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«No pararé hasta verlos en la cárcel»

Inicio Las Regueras «No pararé hasta verlos en la cárcel»

La nieta de una anciana a la que supuestamente estafaron dos vecinos de este concejo relata el caso de una apropiación de más de 180.000 euros que aún está a la espera de juicio

Eva Alonso

L. S. N. / Las Regueras

El caso saltó a los medios de comunicación en febrero de 2016, cuando dos vecinos de Las Regueras, una madre y su hijo, fueron detenidos por la Guardia Civil por estafar, presuntamente, a una anciana familiar, a la que habrían vaciado las cuentas bancarias entre 2014 y 2015, por más de 180.000 euros.
Mientras el caso se encuentra a la espera de la celebración del juicio, la mujer está internada en una residencia del Principado, en Noreña, donde recibe las visitas de una de sus nietas, Eva Alonso, que reside en Vitoria y viene a verla dos fines de semana al mes, cuando descansa de su trabajo. Alonso, que ha sido nombrada tutora de su abuela y está a la espera de poder trasladarla a Vitoria, asegura que está dispuesta a llegar hasta el final de un oscuro caso, que llevó a la detención de dos familiares, sobrino y cuñada de la víctima, a los que la Guardia Civil consideraba sospechosos de estafar a la anciana.
“Mi abuela trabajó siempre limpiando casas. No gastaba nada, toda su vida fue trabajar y ahorrar. Vivía en su casa de Ferroñes, con una renta mínima, y apenas tenía gastos. Ahorró toda la vida, y además en una época hizo inversiones. La verdad es que sabíamos que tenía ahorros, pero no esa cantidad de dinero, nos dimos cuenta después, al revisar la situación económica, cuando pasó lo que pasó”, cuenta Eva Alonso.

Cuenta corriente
Y es que la mujer tenía en una cuenta corriente, en la que se ingresaba su pensión, 41.000 euros, y otros 120.000 en un fondo de inversión, un dinero del que ya no queda nada.
“Pero los que le hicieron esto no le robaron solo dinero, le robaron su vida, tiraron todas sus pertenencias, sus recuerdos. La despojaron de su dignidad, hasta ella repetía que habían llegado a pegarle. Con la excusa de que estaba sola y no estaba bien, aunque estaba perfectamente, la sacaron de su casa y se la llevaron a Las Regueras. Yo vivía fuera, tenía contacto con ella pero apenas la veía, hasta que una vez no la pude localizar. Estos familiares se la habían llevado, y la habían ingresado en una residencia privada”. Fue otra pariente que residía en Grado la que dio a la nieta la voz de alarma de que no todo estaba funcionando debidamente con su abuela. “Cuando me dí cuenta, debía hasta dinero a la residencia, y las cuentas estaban vacías, habían sacado el fondo de inversión, con una pérdida de casi 8.000 euros por anularlo antes de plazo, y habían ido disponiendo del dinero, sacándolo en cajeros, y con transferencias, pagos a proveedores de piensos. Se lo quitaron todo, y ahora no puede ni siquiera pagarse una residencia para estar cerca de mí, tenemos que esperar a que los servicios sociales de las dos comunidades aprueben el traslado. Puede tardar meses, pero si algo no tiene mi abuela es tiempo”.
Eva Alonso asegura que “no pararé hasta que se haga justicia y los responsables se vean en la cárcel”, aunque también considera que el banco no custodió debidamente los fondos de una persona mayor. “Alguien que no gasta nada, nada, y de pronto saca en cajero mil euros cada dos días, pues algo raro pasa. Y más si es una persona mayor, lo mínimo es ponerse en contacto con su familia”. Ahora todo está en manos de los jueces, “que espero que lleguen al fondo”

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