El Tribunal Supremo se reúne hoy para tratar la demanda de los despedidos de Santa Bárbara Sistemas contra el ERE, un despido colectivo sustentado en unas pérdidas que la contabilidad oficial de la empresa desmintió pocos meses después. Esperemos que esta vez gane la dignidad y la justicia.

Porque lo sucedido con los 55 de Trubia no tiene nombre: la empresa cerró La Vega, poniendo fin a una tradición industrial centenaria, amparándose en que la fusión de las dos factorías serviría para defender los puestos de trabajo. Y sólo unos meses después dejó en la calle, con unos datos de pérdidas dudosos, a 55 trabajadores, que llevan cuatro años peleando por sus empleos y su dignidad. Cuatro años de incertidumbre, de concentraciones y protestas, de ver cómo poco a poco muchos dan su pelea por perdida, de tener que asumir que la empresa haga nuevos contratos mientras ellos, con una vida de experiencia, siguen en la calle.

Creo que en este momento es esencial expresar, a los trabajadores y a sus familias, todo el apoyo posible, para que esta vez en Trubia ganen los que se lo merecen.  Ojalá muy pronto puedan volver, con la cabeza muy alta, a sus puestos de trabajo.