Grado, que reclamará la declaración de zona catastrófica, fue el concejo más afectado, con 82 solicitudes de ayuda por los desperfectos causados por la tormenta

L. S./Grado

Más de 80 vecinos y agricultores de Grado han presentado reclamaciones por los daños que ocasionó en sus propiedades la fuerte tormenta de granizo que se abatió sobre el concejo el pasado 26 de agosto. En total, según señala el alcalde, José Luis Trabanco, el Ayuntamiento recibió 82 reclamaciones, que han sido remitidas a la Delegación de Gobierno para pedir una compensación por los daños. De ellas, 22 son de desperfectos en viviendas, persianas y cristales; 48, daños en vehículos; 7, en huertas e invernaderos de productores profesionales, y cinco, cultivos particulares. En cuanto a daños públicos, se produjo un argayo de gran magnitud en el cerro de la Muralla, inundaciones en el colegio Bernardo Gurdiel, hundimientos en la margen derecha e izquierda de la calle de la Constitución y deterioros importantes en los árboles de los parques y jardines. Ante todos estos daños, está previsto que el Pleno del Ayuntamiento de Grado apruebe el martes pedir la declaración del concejo como zona catastrófica. “Es una pelea difícil, será complicado conseguirlo, pero hay que intentarlo. Ha habido un acuerdo de la junta de portavoces y lo llevaremos al Pleno, para que lo ratifique”, señala el alcalde, José Luis Trabanco.

El otro concejo de la comarca severamente afectado por el granizo fue Belmonte de Miranda, aunque el número de particulares que han pedido al Ayuntamiento que tramite sus reclamaciones por daños es muy inferior, de 15 particulares. Sobre todo resultaron afectadas huertas, de fabas, maíz y manzanas, tanto de particulares como de productores profesionales, según destaca la alcaldesa de Belmonte, Rosa Fernándes. El lunes registrarán todas las peticiones en la Delegación de Gobierno.