Los regidores de la comarca, dispuestos a arrimar el hombro ante el «grave problema» de la gestión de los residuos en Asturias, aunque piden inversiones
Lastra no descarta que el «cubo marrón» se implante de forma obligatoria, y valorará si se establecen sanciones
Redacción/Grado
Un vertedero casi lleno, la obligación legal de reciclar en 2020 la mitad de la basura (cuando el concejo que más logra no supera el 18 por ciento y la media está en un diez) y la decisión política de no construir una incineradora para gestionar los residuos. Asturias tiene un serio problema con la basura y así lo reconoció ayer el consejero de Infraestructuras y Medio Ambiente, Fernando Lastra, durante la reunión mantenida con la Federación Asturiana de Concejos para presentar el nuevo plan de residuos. Lastra pidió a los regidores que aporten alternativas al documento (si las tienen), y puso las cartas boca arriba: «Es un problema de Asturias, un grave problema de Asturias». El plan, destacó el consejero, requiere «un compromiso de los ayuntamientos con el Principado, y del Principado con los ayuntamientos», con el objetivo de reducir al máximo los residuos de la bolsa negra. «Hay que reducir la bolsa negra y aumentar los restos clasificados. Es el objetivo del plan, y es complicado», añadió Lastra, que destacó que no se descarta establecer la obligatoriedad del quinto cubo (el contenedor marrón, para los restos orgánicos), e incluso imponer sanciones, aunque es partidario de valorar todas las opciones, «pues en ocasiones medidas que incentiven, o educativas, son más eficaces».
Los alcaldes acogieron la presentación del plan con preocupación, aunque los regidores de la comarca que accedieron a valorar el encuentro a petición de este periódico aseguran estar dispuestos a arrimar el hombro, pero a la vez reclaman más inversiones, en puntos limpios y estaciones de reciclaje.
«Va a ser necesario un mayor esfuerzo de los municipios y también más compromiso de los vecinos y vecinas para que haya más recogida separada. Conlleva que se va a incrementar el coste del tratamiento de los residuos también, con lo que el gasto para los ayuntamientos aumentará. Por eso va a ser muy necesaria la sensibilización y concienciación sobre la importancia del reciclaje. Lo que se pretende es cumplir con la normativa europea y nacional y para ello todos debemos colaborar porque es nuestra responsabilidad», manifestó la alcaldesa de Belmonte de Miranda, Rosa Rodríguez.
Ramón Fernández, alcalde de Proaza, está de acuerdo es que es necesario cumplir la normativa, pero también expresa dudas sobre la capacidad de las arcas municipales para asumir los nuevos costes. «Se trata de cumplir la normativa europea sobre reciclaje, no cabe duda de que está muy bien, el mayor problema que le veo es el coste que va a tener y la adaptación de la población a separar ya en casa y luego en los contenedores. El coste ya supone que hay que recoger en diferentes días y en la zona rural casi triplicara los gastos, a ver cómo somos capaces de adaptarnos, de organizarnos y de asumir el coste que conlleva, hay que tener en cuenta que para 2020 hay que reciclar al menos el 50 por cienro de los residuos y en 2017 el municipio que mas recicla anda por el 18 por ciento; va a ser fundamental el punto limpio, algo de lo que nosotros carecemos, esperemos que no tarde mucho», valora Fernández.
El alcalde de Quirós, Ovidio García, desvincula el problema del reciclaje con el de la incineradora. «No hay que poner el carro delante de los bueyes: la obligación de reciclar la mitad de los residuos es una obligación legal que todos tendremos que cumplir en 2020. Es algo que no tiene nada que ver con la incineradora. Es un reto muy difícil, teniendo en cuenta que la media está en el 10 por ciento. Y no hay más remedio que meterle mano a la bolsa negra, reducir la basura que se tira en ella, lo que pasa por el quinto cubo para la materia orgánica. Es necesario un cambio de mentalidad, y eso no se hace de un día para otro». García también considera indispensable el punto limpio, «ya que según explicó en la reunión el gerente de Cogersa, cuando hay un punto limpio el porcentaje de reciclaje aumenta un 10 por ciento. Nosotros tenemos uno previsto, y tiene enorme importancia, por si hay algún concejo afectado aún con recelos», afirmó, en referencia al que se prevé construir para los concejos de la Mancomunidad de los Valles del Oso. Respecto a la incineradora, consideró «ideológica» la apuesta por rechazar su construcción. «El hecho es que tenemos un vertedero casi lleno. La basura que no se puede reciclar, pues algo habrá que hacer con ella. Se ha tomado la decisión de no incinerar en Asturias porque así lo han exigido algunos partidos políticos. El plan prevé higienizar y reducir al máximo los restos, y se está investigando en qué usos se puede hacer del residuo de este proceso, aún no se sabe. O habrá que mandarlo a incinerar a Santander, como hizo en su día el País Vasco. O en barco a Marruecos: la realidad es la realidad».
La alcaldesa de Candamo, Natalia González, considera que la reunión organizada por la consejería con los municipios «fue un acierto». A su juicio, la salida adecuada para las basuras en Asturias pasaba por una combinación de reciclaje e incineración, algo que «no se ha podido llevar a cabo por falta de consenso político». «No queda más remedio que apelar al reciclaje, aunque algunos municipios gobernados por los mismos partidos que han frenado la incineración pusieron ayer de manifiesto en la reunión la dificultad de alcanzar los niveles de reciclaje que se exigen», destaca. Para la regidora de Candamo, el esfuerzo que se exige a los ayuntamientos debe estar acompañado de inversiones, y de la atención a las condiciones específicas de la zona rural. «Nosotros estamos comprometidos con el reciclaje. Es el cuarto año que participamos en la campaña de compostaje doméstico, tenemos el punto limpio móvil, para los residuos peligrosos, y también hacemos desde el Ayuntamiento retirada de enseres. Pero se necesita la construcción de un punto limpio, y también dotar a los pueblos de contenedores de reciclaje, Nos consta que numerosos pueblos del municipio lo han pedido, y no se concede por la dificultad de acceso para que el camión acuda a vaciarlos. Tendrán que disponer de vehículos adecuados, porque esas peticiones demuestran hay mucha gente concienciada», concluyó Rodríguez.
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