Por José Manuel R. ANTOMIL
Venían diciendo nuestros patrióticos gobernantes que ya se veía la luz al final del túnel, el túnel de una crisis según ellos ya ha terminado. Pues sí, ha terminado, para ellos, las empresas del Ibex 35 y el gran capital. Ellos ya ven la claridad, pues nunca han cruzado ese negro túnel. Para las clases medias y trabajadoras aún quedan muchos años. Ese largo y negro túnel supone que las eléctricas hayan quintuplicado el precio de la luz, uno de los más caros de Europa, con un recibo que nos cuesta entender, cuando por un consumo de 19€ se pagan 45€. Para colmo la medición del consumo la realizan ellos, dándole al ciudadano discrepante como única salida el corte de suministro.
Durante el paso por este largo túnel han sido millones de españoles los que han quedado sin su vivienda, que ha pasado a manos de fondos buitre. Han sido miles los españoles y españolas que han perdido su trabajo.
Vivienda y trabajo, dos derechos fundamentales que recoge nuestra Constitución y que sin embargo no se cumplen. La gran banca ha despedido a miles de trabajadores, después de recibir una inyección de 100.000 M. de €. de las arcas públicas. Y para nuestra desgracia nos está imponiendo a los usuarios, unas comisiones draconianas, obligándonos incluso a hacer unas operaciones por las que además nos cobran. Esto significará a corto plazo un masivo cierre de oficinas en pequeñas poblaciones y un masivo despido de trabajadores.
En este largo túnel los sueldos más bajos disminuyeron un 8%, mientras los más altos crecieron desmedidamente (hay sillones en consejos de administración que cobran diariamente 46.000 €, mientras sus empleados apenas llegan a los 1.000 €). El 57% de la riqueza de este país está en manos del 10% de la población y un 13% de trabajadores pobres, y los pensionistas, verán este año disminuir su poder adquisitivo en un 1,75%. Los exiliados económicos de este país, cada vez tienen menos posibilidades de volver a él.
Esta es la salida de la crisis que nos ofrecen nuestros patrióticos gobernantes. Una crisis que para el pueblo durará muchos años, por que el gran capital ha puesto sus zapatos, llenos de codicia, sobre nuestras cabezas y pasarán muchos años, para que volvamos a hablar de trabajar 8 horas, de empleo estable, de contratos, sueldos y pensiones dignas, y no sé si algún día lograremos que se cumpla el derecho constitucional a tener una vivienda y trabajo dignos. Tampoco si dejaremos atrás ese túnel que nos condena a pagar el 21% de I.V.A. (de los más caros de Europa) y a tener un salario base de 655 € (de los más bajos del continente ).
No les quepa la menor duda de que el viaje por este largo túnel, que acaba de comenzar, será arduo y difícil, porque la codicia del gran capital es desmedida. La voz y las herramientas para que el largo viaje por el túnel de la miseria sea más rápido la tiene el pueblo. Pero mientras las plazas solo se llenen para festejar el título de nuestro equipo preferido y los balcones se llenen de banderas que tapan los verdaderos problemas de este país, el túnel, jamás lo atravesaremos.
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