Por Luis GARCÍA DONATE

Vivos de milagro como un barco tras la tormenta, por desgracia para algunos no fue una metáfora, volvemos un mes más a la brecha querido público. Tenemos trabajo que hacer y mentiría si digo que no lo hago con sumo gusto, así que si no os importa, nos pondremos a ello.
Los caminos de mi feudo fueron anegados por las lluvias el mes pasado, unas lluvias un tanto atípicas teniendo en cuenta que ocurrieron en pleno Junio. El caso es que unos días después con algún camino cortado la calma iba volviendo paulatinamente a estas tierras y yo reflexionaba sobre la frase que hoy nos sirve de título para este modesto artículo. Algunas veces en la vida el sendero escogido, lo termina llevando a uno por la calle de la amargura. Seguro que ante los numerosos cruces de caminos, filosóficos o reales, que nos restan por encontrar en la vida, nos equivocaremos, pero tened esto presente: “El truco de los errores estÁ en aprovecharlos para aprender, evolucionar y mejorar, sin miedo. El que se regodea en el fracaso muere de vergüenza. Ante el error uno ha de ser como el elegante ladrón que pasa por el control de policía como si tal cosa, haciendo que la trampa consolide su disfraz, sin atemorizarse. El error solo nos daña si no salimos de él ahí está el secreto, en la próxima oportunidad”.
Ahí os dejo mis conclusiones, queda en vuestras manos decidir si soy un genio o un loco, si resultan útiles o no son más que un disparate bien escrito. Solo me queda señalar, como siempre, antes de despedirme, que estoy a vuestro servicio y que no hay mayor honor para un escritor que tener un público tan agradecido. Espero que haya sido de vuestro agrado, ojo por los caminos y hasta más ver.