Infraestructuras negocia con el Ministerio la ubicación de los apartaderos de los autobuses, lo que obligará a ajustar el proyecto y a firmar un convenio
L. S./Trubia
Las obras de mejora y seguridad de la carretera AS-228 a su paso por Trubia están pendientes de una negociación con el Ministerio de Defensa, para decidir la ubicación de los apartaderos de los autobuses. La consejería de Infraestructuras, que ya cuenta con el proyecto de la obra, señala que había enviado una propuesta de ubicación de las paradas, pero el cambio de gobierno ralentizó la gestión. Defensa tiene, según los datos del Principado, intención de desplazar unos metros una de las paradas, lo que obligará a ajustar el proyecto. Posteriormente, será preciso firmar un convenio, previo a la licitación de las obras. Esta demora burocrática ha dejado en el aire el calendario de ejecución de la obra, que no figura en el anexo de inversiones del presupuesto regional de 2019.
La obra afectará a los tres primeros kilómetros de la AS-228, Trubia-Puerto de Ventana, ya que abarca desde el cruce de Molina hasta La Riera, después del enlace con la AS-313 a Grado. El proyecto incluye la sustitución de la actual media glorieta que regula el tráfico en este cruce por una rotonda, tal como reclamaban los vecinos.
El proyecto, complejo porque el tramo está encajonado entre la fábrica de armas y el río, prevé habilitar dos carriles de 3,50 metros de anchura, y que en las intersecciones, se cree un tercer carril, intermedio, de la misma anchura, para los vehículos que vayan a hacer el giro. En concreto, se hace referencia a esta solución para los cruces de entrada a Trubia, y para el cruce de Villarín, uno de los puntos negros de seguridad del tramo. También se especifica que en la zona más estrecha de la vía, a su paso por el parque de Cataluña, se ocupará el antiguo canal que era de la fábrica.
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