La periodista Aitana Castaño compartió con las lectoras quirosanas vivencias de la cultura minera, en la presentación de su libro de cuentos ambientado en las Cuencas, ilustrado por Alfonso Zapico y que llega a su cuarta edición
Beatriz Álvarez/Quirós
La periodista asturiana Aitana Castaño compartió el pasado viernes con los lectores de Quirós (sobre todo, mujeres) su libro de relatos «Los Niños de Humo», un conjunto de cuentos entrelazados, algunos de ficción y otros reales, publicado por Pez de Plata, que celebraba ese día la 4ª edición. Los relatos que surgen de anécdotas que la autora ha ido coleccionando en su trabajo como periodista y de su propia experiencia personal, vienen acompañados de las magníficas ilustraciones de Alfonso Zapico, Premio Nacional de Cómic en 2012.
El encuentro fue un éxito de público lo mismo que está siendo el libro. Analizando el mismo, aparte de las historias comunes por conocidas por todos, entrañables y duras al mismo tiempo, el mayor éxito de ‘Los Niños de Humo’ es su autora, fantástica comunicadora que se metió a la audiencia en el bolsillo nada más abrir la boca, al tiempo que desgranaba algunos de los relatos. Rodeada en su mayoría de mujeres, muchas de ellas hijas y esposas de mineros, que aportaron al encuentro sus personales vivencias de un mundo que está a punto de echar el telón, fueron muchos los temas de actualidad que se pusieron sobre la mesa de este café literario. Habló, por ejemplo, de la Brigada de Salvamento Minero, tras su actuación en Totalán, de los que destacó que son gente que hace su trabajo sin ningún ánimo de protagonismo que se vieron desbordados por los medios, Castaño afirmó que durante el período que pasaron buscando a Julen hubo momentos en que sintió vergüenza del trato informativo que se estaba dando al fatal accidente. Sobre porqué el libro no está escrito en asturiano, Aitana dejó abierta la puerta a que alguien se anime a traducirlo tras afirmar que aunque ella estudió asturiano en el colegio Saturnino Menéndez de El Entrego no lo habla, pero que es partidaria de la cooficialidad como fórmula para “proteger un patrimonio nuestro y teniendo en cuenta que donde mejor se vive es en los territorios donde conviven dos idiomas” (en clara referencia a la Galicia, Cataluña y País Vasco). Le preguntaron también por si el cierre de la minería pone fin a una raza de hombres, a lo que contestó que claramente sí, pero que pasarán varias generaciones porque muchos de esos hombres son aún muy jóvenes. Aitana Castaño, que es una mujer joven, que dice lo que piensa y tiene pinta de no amedrentarse con nada, se ha convertido con este libro en voz de muchos ‘niños de humo’, testigos de un tiempo y de un espacio llamado a profundos cambios. Aprovechó el encuentro para hacer un guiño a este medio, asegurando que “sigo las noticias de la zona gracias a La Voz del Trubia, estoy al día de todo lo que pasa por aquí gracias a Lucía y a Fernando». Si hay una segunda parte, le gustaría que fueran las mujeres las protagonistas.
Deja un comentario