El consejero de Industria asegura que buscan base legal para denegar la petición de Naturgy de clausurar la central, mientras el PP advierte de que se agota el tiempo

Redacción/Grado

El Gobierno regional asegura que no tira la toalla en cuanto al futuro de la central térmica de Soto de la Barca, cuyo cierre ha sido solicitado por la operadora, Naturgy, que renuncia a acometer las inversiones obligatorias para cumplir la normativa de emisiones. El consejero de Industria, Isaac Pola, aseguró hoy en la Junta General del Principado que rechazan el cierre, aunque es un procedimiento «regulado». Pola, en respuesta a una interpelación del diputado del PP Matías Rodríguez Feito, aseguró que trabajan en tres escenarios: que la empresa reconsidere su decisión, que haya base legal para denegar la solicitud, y en último extremo, buscar actividades alternativas para el concejo. Para analizar si se puede rechazar la petición de Naturgy se está a la espera de un informe de Red Eléctrica Española, que debe informar sobre si el cierre de la central compromete el suministro eléctrico de la región, lo que permitiría denegar el permiso. También están en contacto con la Comisión Nacional de la Competencia, que debe también informar sobre el proceso.

Para el PP, el Gobierno asturiano está siendo inactivo, y da la espalda a los trabajadores, «a los que ni siquiera saludaron cuando hace poco, volando voy, volando vengo, estuvo por aquí el presidente, Pedro Sánchez». Rodríguez Feito insistió en que el tiempo se acaba. «Mañana se encenderá la térmica, quizá por última vez. Apenas le queda ya carbón de reserva», afirmó, y destacó el trabajo desarrollado por la Plataforma, que en menos de un mes recogió más de 11.000 firmas, que ha entregado en Delegación de Gobierno.

Los concejos de la comarca en los que hay trabajadores de la térmica han cerrado filas con los afectados, con resoluciones plenarias de apoyo, firmas y concentraciones, como ocurrió en Belmonte de Miranda, Grado y Salas.