Carlos Manuel Fernández se despide del Ayuntamiento de Yernes y Tameza con más de un centenar de actuaciones en el concejo en su mandato

M. L. T. / Yernes y Tameza
El alcalde de Yernes y Tameza, Carlos Manuel Fernández (PSOE), que no se presenta a la reelección, deja alto el pabellón en su concejo. Más de cien actuaciones en cuatro años, sin cobrar un duro y, además, pagando de su bolsillo todo lo relacionado con el protocolo, como por ejemplo invitar a la consejera de Desarrollo Rural y a un eurodiputado cuando acudieron a alguna visita. No solo eso, el regidor, que ahora abandona la política por motivos profesionales, contribuyó al pago de la carpa de la asociación del pueblo, no cobró nunca ninguna dieta, costeó todas las comidas que tenían que ver con asuntos municipales y hasta en 2016, invitó de su bolsillo también a la comida de Navidad de los empleados municipales.
El teléfono móvil que usaba como alcalde era el suyo propio, al igual que el portátil y hasta llegó a vender para obtener fondos para el Ayuntamiento el todoterreno que estaba a disposición de la alcaldía.
A Carlos Manuel Fernández le costó cara la alcaldía, aunque lo ha hecho con gusto pues quiere que su concejo, uno de los más envejecidos de España, no desaparezca.
Pero además de su austeridad consiguió muchas cosas pisando moqueta en los despachos del Principado. Así, recupero, con apoyo de los vecinos la fiesta de Cuevallagar que durante años se había dejado de celebrar y fue capaz de gestionar cinco planes de empleo que dieron trabajo a 23 personas de la zona.
Además, los pueblos del concejo consiguieron sustituir la iluminación pública a tipo Led, con más intensidad y un mayor ahorro y logró organizar durante su mandato más de cien talleres gratuitos que incluyen de cocina, gerontogimnasia, talla de madera, cuero, cocina, memoria y manualidades.
El alcalde gestionó también ante el Principado el desbroce de 120 hectáreas de monte dejó previstas otras 30 aprobadas aún no ejecutadas, construyó una manga ganadera nueva y arregló numerosos caminos, siempre en colaboración con la Administración Regional.
Entre las medidas más populares de Fernández cabe mencionar que durante un año los vecinos del concejo no tuvieron que pagar al ayuntamiento las tasas por obras menores. También las ayudas, el primer año, a la compra de crotales para vacuno y caballar o la creación de la Junta Ganadera.