IU y Ciudadanos respaldan a la Plataforma vecinal nacida en Candamo, y José Ramón González recuerda que en 2016 la consejería de Infraestructuras puso en duda que la vía tuviera las deficiencias que denunció la Fundación Comisariado Europeo del Automóvil

Redacción/Grado

El Pleno del Ayuntamiento de Grado respaldará a la Plataforma por la reparación integral de la carretera AS-237, una iniciativa surgida en Candamo para que se resuelvan las deficiencias de la vía, que une la villa moscona con Avilés pasando por Illas, y es una de las principales comunicaciones del concejo candamín. La iniciativa cuenta con el respaldo de Ciudadanos, cuyo portavoz, José Ramón González, se reunió con los vecinos, junto a otros miembros de su partido en la comarca. En la reunión «intercambiamos información y planteamientos sobre el estado de esta infraestructura y de los pasos a seguir para conseguir que desde la Administración del Principado de Asturias se lleven a cabo las justas reivindicaciones de la recién creada Plataforma». González destacó que «en el año 2011 la formación política de IU planteó en los ayuntamientos por donde mayoritariamente discurre el trazado de esta carretera de competencia autonómica, Candamo, Illas y Castrillón, el deficiente estado en el que se encontraba. En Grado fue el partido socialista el que en el año 2012 llevó al Pleno municipal la petición de actuaciones en esta vía, que tiene un recorrido de unos 900 metros dentro de nuestro término municipal». El concejal señala que ninguna de estas iniciativas prosperó en el Principado, «más allá de alguna intervención puntual en  tramos de la infraestructura, llegando incluso en el año 2016 a calificar de falta de rigor técnico y de imprudencia manifiesta o falta de pericia, las deficiencias trasladadas a la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Gobierno del Principado de Asturias, en un escrito por parte de la Fundación CEA (Comisariado Europeo del Automóvil) tras realizar un análisis pormenorizado de los primeros 5 km del trazado». Los servicios técnicos regionales defendieron que la vía estaban adecuadamente señalizada, que las limitaciones de velocidad en los tramos más conflictivos eran claras, y que en estos tramos la ampliación era muy difícil porque la carretera discurre entre la trinchera del ferrocarril y el monte.