El presidente reivindica el sostenimiento de los servicios públicos en el campo en la apertura del curso escolar, y destaca que se mantienen centros con cuatro alumnos
El PP acusa al Gobierno de «abandono» y califica la situación educativa de «caótica»
Redacción/Grado
El presidente regional, Adrián Barbón, volvió a apostar simbólicamente por el campo asturiano en la apertura del curso escolar. Barbón, acompañado de la consejera de Educación, Carmen Suárez, abrió el curso en el Centro Rural Agrupado de Villayón, y destacó el esfuerzo que hace el Principado para mantener una red de escuelas en el medio rural, con centros «que tienen cuatro alumnos». El presidente destacó que es «el modelo» por el que apuesta el Gobierno regional, porque las escuelas y los buenos servicios públicos son «esenciales para que los pueblos no mueran, y por tanto para que Asturias no muera». Barbón añadió que el problema demográfico es un reto a medio plazo, «con una media de diez años para empezar a ver resultados», pero que necesita apuestas concretas, como la de la educación pública. El presidente reconoció que hubo algunos problemas en el inicio del curso, como el que afectó ayer al transporte escolar de varios concejos, que están en vías de solución y que achacó en parte a la reciente constitución del nuevo equipo de la consejería de Educación, que se completará mañana con nombramientos en el Consejo de Gobierno.
Muy distinta es la visión del PP, que considera que en Asturias «la educación va a la baja» y el inicio del curso ha sido «un caos». Ha criticado la falta de estabilidad laboral, con gran número de interinos, que «se has duplicado en los últimos años, y de ellos más de 1.100 estarán a media jornada»; la falta de profesorado, sobre todo, en especialistas para alumnos con necesidades educativas especiales, incluidos auxiliares; la falta de mantenimiento de los centros, un abandono que, según la diputada popular Carmen García, también afecta a la escuela rural, «que ha sufrido 50 cierres de centros en los últimos años», además del problema del transporte escolar «que se produce todos los años» y que ha achacado a las “dilaciones” en la contratación de acompañantes.
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