La ocupación turística durante el verano se situó entre el 70% y el 80% y se asienta un modelo más estable atraído por el senderismo y los osos
Manuel Galán / Somiedo
Hace tiempo que el modelo de turismo rural cambió en Somiedo. De aquellos inicios en los años 80 y primeros 90, coincidiendo con la declaración del Parque Natural, en el que las personas viajeras compartían con los y las emprendedoras rurales las actividades durante su estancia a otro más profesionalizado que coincide con el aumento de establecimientos de turismo rural a comienzos del siglo XXI. El inicial, fue un modelo basado en la convivencia e interacción con las personas vecinas de los territorios, compartiendo comidas, salidas, excursiones. El actual, implantado en los primeros años del siglo XXI, es un modelo más profesional en el que se prima la cobertura y calidad con mayor diversidad y amplitud de servicios, más rutas y un aumento en el número de visitantes.
El verano está cerca de terminar y es hora de realizar balance. La observación activa, conversaciones con gerentes de hostelería y preguntas abiertas nos dejan algunas ideas previas de cómo se está desarrollando el verano. En general, se coincide en valorar de forma positiva la campaña de verano, con una ocupación que se situaría entre el 70 y 80% con una ocupación más baja en el mes de julio y un repunte en el mes de agosto, si bien la última semana de mes ya experimenta una reducción significativa.
El perfil más habitual sigue siendo nacional, provenientes de todas las comunidades autónomas, siendo mayoritariamente de Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía. El motivo principal continúa siendo el senderismo si bien se consolida el número de visitantes que acude a Somiedo atraída por otras actividades como la observación de oso pardo y la participación en alguno de los eventos deportivos, como la Batallona, Desafío Somiedo, la Rosca y la Clásica de los Puertos, si bien sus estancias suelen ser, por lo general, más cortas que quienes vienen a realizar rutas de senderismo. Las estancias se valoran, en general, como más largas, lo que asienta un modelo de turismo más estable y de larga duración, pudiendo situarse la estancia media entre 5 y 7 noches. El turismo familiar con niños y niñas a cargo se consolida también como un público imprescindible en el turismo actual. El turismo extranjero, más habitual en primavera y verano, también se deja ver en Somiedo durante el verano. De procedencia diversa, es significativo el turismo inglés y holandés con un aumento interesante en el turismo norteamericano, quizás, un nuevo nicho de mercado para el turismo rural.
El balance final se tendrá que hacer más adelante, en alguna reunión con todos los actores implicados, recogiendo datos consolidados de una mayoría amplia de los establecimientos rurales, pero las primeras estimaciones son positivas, consolidando los datos de las dos últimas temporadas que rompieron 6 años de malos datos en el turismo rural.
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