Más de cuarenta vecinos acudieron a la llamada de la asociación El Furacón para limpiar la ribera del Nalón en Udrión, y sacaron en una hora unos 50 sacos de plásticos y ropa vieja

Redacción/Trubia

Una hora manos a la obra bastó para llenar 50 sacos de plásticos y restos de ropa vieja. 43 personas acudieron ayer a la llamada de la Asociación de Vecinos El Furacón, de Udrión, en Trubia, para hacer una limpieza colectiva de la ribera del río Nalón. Un trabajo titánico, ya que la situación de la ribera es deplorable. «Hierve la sangre ver cómo está el río, te cae el alma a los pies», reconoce Manuel Fernández, de la asociación vecinal, uno de los impulsores de la iniciativa. Los asistentes, muchos del mismo Udrión y otros de Trubia o personas sensibles al medio ambiente, tuvieron que parar porque en poco más de una hora ya habían llenado todos los sacos que tenían capacidad de transportar. «El plástico pesa menos, pero las telas mojadas pesan muchísimo, no podíamos cargar con más». Las bolsas fueron depositadas en una zona previamente acordada con el Ayuntamiento ovetense, encargado de llevar los residuos a Cogersa. «La gente quedó con ganas de seguir, porque te pones y viendo cómo está cuesta parar. Ha sido más que nada un acto simbólico, una forma de sensibilizar al pueblo y a los vecinos, porque muchos no son conscientes de cómo está el Nalón, no sólo aquí, en todo el río. Es algo que no pasa sólo en este río, lo ves en todos. No nos damos cuenta de cómo cualquier cosa que tiremos puede acabar en el río, y finalmente en el mar, y hasta en nuestros propios cuerpos, como pasa con los microplásticos». Un problema muy complejo y de difícil solución, que requiere un cambio en el sistema económico. «Era increible la cantidad de envases que recogimos, la cultura de usar y tirar. Nosotros solos no podemos cambiarlo, pero es imprescindible que la sociedad sea consciente del problema», concluye Fernández. La retirada de basura se hizo bajo la presa de El Furacón, en una zona de fácil acceso.