Redacción/Grado
Epidemia, pero además plaga. El estado de alarma y el confinamiento ha llegado en uno de los momentos críticos para contener el avance de la avispa asiática, el trampeo de primavera. En Belmonte, este fin de semana se reanudó la instalación de trampas para atrapar reinas, y evitar así la proliferación de nidos. Cada reina atrapada es un nido menos, y cada nido puede albergar hasta 2.000 avispas. En Belmonte el trampeo de este fin de semana lo hizo la empresa adjudicataria del contrato municipal, Ucofas, que está autorizada por el Principado para realizar la actividad dentro de lo marcado por el estado de alarma. El Ayuntamiento facilitó unas cien trampas que habían sido entregadas por la consejería de Desarrollo Rural, y fueron colocadas a lo largo del valle del Narcea y Pigüeña, desde Requejo hasta Aguasmestas, según informa el equipo de gobierno. la alcaldesa, Rosa Rodríguez, anuncia que se habilitarán además autorizaciones para voluntarios dados de alta en la plataforma de lucha contra la velutina.
Por otro lado, en concejos como Grado se está buscando la fórmula para mantener las trampas ya colocadas, en las que debe renovarse el atrayente y retirar las reinas atrapadas. Se baraja hacer algunas autorizaciones especiales a los encargados de la Asociación Moscona Antivelutina, según confirma el concejal de Medio Ambiente, Plácido Rodríguez. La dimensión del problema se hace evidente con un dato: desde que comenzó el trampeo, hace un mes, se han capturado en el concejo unas mil reinas.
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