Publicado el: 21 Ago 2020

Veinte años del asesinato de la quirosana Irene Fernández Perera

La joven fue la primera mujer guardia civil asesinada por la banda terrorista ETA

Irene Fernández Perera

Beatriz Álvarez/Quirós

Un día como el de ayer de hace veinte años la joven Irene Fernández Perera, natural de Las Agüeras (Quirós), se convirtió en la primera mujer guardia civil asesinada por la banda terrorista ETA. Aquel aciago día, Irene y su compañero José Ángel de Jesús Encinas fallecían en acto de servicio en Sallent de Gállego, en la montaña oscense, lugar donde estaban destinados.
Eran alrededor de las 6.00 horas de la mañana cuando una explosión sobresaltó a los vecinos de la pequeña localidad de Sallent de Gállego, en el Pirineo de Huesca. La detonación había destrozado el Nissan Patrol en el que dos guardias civiles -Irene Fernández Pereda, de 32 años, natural de Las Agüeras (Asturias) y José Ángel de Jesús Encinas, de 22, nacido en Talavera de La Reina (Toledo)-, iniciaban su jornada laboral. Ella falleció en el acto, mientras que su compañero falleció un poco más tarde en el hospital de San Jorge de la capital oscense no pudiendo superar los traumatismos que originó el brutal atentado.
Debido a la proximidad de la frontera, el puesto de Sallent de Gállego era un punto especialmente sensible y se encontraba en «máxima alerta». Sin embargo, y aunque ETA ya había atentado contra el mismo cuartel en agosto de 1997, sin producir daños personales, las instalaciones de la Guardia Civil carecían de aparcamiento, obligando a los agentes a dejar su único vehículo en la calle. Esto facilitó la labor de los etarras, que adosaron a los bajos del Nissan una bomba lapa con unos 10 kilos de explosivo.
El suceso tiñó de negro aquel agosto el concejo quirosano y hoy veinte años después son muchos que los que recuerdan a la joven a la que arrebataron vilmente sus sueños y esperanzas.

Comentarios:
  1. Pilar López García dice:

    Muy triste recuerdo. Y lo peor que los compinches de los asesinos, hacen de muleta de este desgraciado gobierno. Descansen en paz

  2. Jose dice:

    Cada vez que miro su foto, se me para todo el cuerpo y se me empiezan a humedecer los ojos.
    Pues sí, soy el compañero al que le dio el relevo en ese Puesto Oscense Irene, y nunca dejó de pensar en ese maldito día. Ocurrieron muchas circunstancias desgraciadas por lo que me pude enterar después, pero es que fallaron también antes muchas cosas, como por ejemplo, el no haber tenido un acuartelamiento en condiciones.
    Y pensar que ahora están saliendo de la prisión sus asesinos, y de la manera que lo hacen, me enerva más.
    Irene, allí donde estés, te mando todos mis fuerzas, y que sepas que ni olvido ni perdono.

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