Vuelta al cole cruzando los dedos

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Profesores y familias de la comarca afrontan con incertidumbre el nuevo curso marcado por el COVID-19, aunque los docentes coinciden en defender la enseñanza presencial

Desinfección en el colegio de Teverga, durante el confinamiento

Beatriz Álvarez/ Oviedo

Dos semanas más tarde y con preocupación, las familias y profesores enfrentan un curso en el que habrán de convivir con el Covid-19. Cristina Gil Isla dará clases de Infantil en el C.P. Virgen de Alba de Bárzana (Quirós), donde será la nueva directora, un reto que afronta con energía. En un curso atípico “pondremos todo nuestro empeño para que sea lo más satisfactorio posible”. El año pasado estuvo en el colegio de Lastres, donde vivió el confinamiento, que “supuso un gran esfuerzo para todos, nos formamos en Teams en un tiempo record. En mi caso, tanto familias como niños se implicaron mucho y el resultado fue positivo. Sólo podemos confiar en que todo vuelva pronto la normalidad, si no, en Infantil perderíamos nuestra esencia. Los lazos afectivos y el contacto es necesario”- David Fueyo, maestro en El Villar de Trubia y padre de dos alumnos del C.P. Juan Rodríguez Muñiz de Oviedo, transmite también un mensaje positivo. “Empezamos con incertidumbre pero con esperanza de que todo salga bien. Los maestros hemos hecho todo lo posible para adaptarnos sabedores de que en 2020 todavía hay mucho alumnado que no tiene acceso en casa ni a dispositivos informáticos ni a una conexión buena a internet. En los centros hemos intentado simular un entorno de trabajo digital que sea similar al presencial. La Consejería ha sido poco clara y tanto profesorado como familias necesitamos seguridad. Los centros han hecho un gran esfuerzo para prevenir contagios adaptando espacios y comprando materiales con fondos propios. Como padre todo apunta a recortes, la conciliación va a ser imposible, se anularán las extraescolares… Cerrar y recortar parece ser la vacuna contra el virus”. Fueyo destaca el esfuerzo de los maestros. “Muchos han hecho el curso autonómico de Teams, y han comprado equipos y cursos de pago para ponerse al día”. Para este maestro “sí es seguro enviar a los escolares a clase ya que desde los centros se está haciendo todo lo posible para que así sea, Las medidas de seguridad deberían ser parte de un programa global de prevención de toda la comunidad educativa. No podemos arriesgarnos a otro cierre de los centros, sería nefasto para el alumnado, sobre todo para el más vulnerable. Creo que ya hay una especie de conjura no escrita para que todo salga bien”. Poca claridad Sin embargo, muchas familias no lo ven claro. Sandra Muñoz, madre de una niña del colegio de Quirós y profesional de la Sanidad, asegura que “aún estamos valorando si mandaremos a nuestra hija a la escuela. Las noticias de la Consejería son escasas y confusas. A mí como profesional sanitaria no me parece normal que se estén valorando clases de más de diez niños cuando la recomendación del Gobierno es de no juntarse más de diez personas. Por otro lado, no se qué piensan hacer con los baños escolares. ¿Van a tener una persona limpiando el baño y desinfectando entre niños? ¿Cómo se hará cumplir el uso de la mascarilla y la distancial? ¿Y los profesores itinerantes? Para nosotros la seguridad es nula y valoramos perder un año escolar antes de perder la vida en un año”. Yolanda Arcones, profesora en Grao, y madre de dos niños que acuden al colegio de Proaza, vive en Quirós. Como madre también ve con incertidumbre la “vuelta al cole”. “El colegio de Proaza siendo rural tiene unas condiciones bastante buenas para que haya una vuelta un poco más segura, baja ratio, espacios grandes y exteriores. Sin embargo, lleva arrastrando grandes deficiencias en limpieza y mantenimiento y el Ayuntamiento no da solución. Estamos realmente preocupados. Sabemos que la directora lleva advirtiendo todo el año del mal estado de las instalaciones pero no dan solución. Creo que no es seguro enviarlos al cole, me gustaría que nos dejaran elegir a las familias”. Como profesora Yolanda Arcones critica la falta de planificación. “se van apagando fuegos. Un ejemplo: este año se convocó a los interinos antes, pero la matrícula en Secundaria ha sido después, han convocado sin saber las necesidades”. Irene Copado, directora del C.P. La Plaza de Teverga está entre la inquietud y la esperanza, “normalmente en estas fechas tengo la planificación clara, pero hay factores nuevos y, sobre todo, pesa la responsabilidad, en mi caso con un equipo directivo unipersonal”. En su colegio “solicitamos al Ayuntamiento la habilitación de un acceso trasero para dividir las entradas y salidas del alumnado de Primaria, creando grupos de convivencia estable. Durante el verano, elaboré un Plan de contingencia que ahora ha de consensuarse por la comunidad educativa. Muchas de las medidas no dependen de nosotros sino, por ejemplo, de un refuerzo de limpieza por parte del Ayuntamiento”. En relación a la Consejería, coincide en que ha sido “confusa”. “Ha cargado sobre nosotros un trabajo brutal, sin horarios ni vacaciones”. Copado considera que “hay que apostar por la enseñanza presencial” ante la brecha digital.

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