Los cañones de Trubia

Inicio Trubia Los cañones de Trubia
Monumento a Elorza con sus cañones del siglo XVIII/ Foto TOÑO HUERTA

Por Toño HUERTA

Asociación por el Patrimonio Histórico Industrial de Trubia

De todos es conocido que a la fábrica de Trubia también se la conoce como Fábrica Nacional de Cañones desde que allá por mediados del siglo XIX, con su restablecimiento y la llegada de Elorza a su dirección se iniciase la producción artillera, dado que en origen, la factoría se había diseñado para la construcción de municiones. A partir de ese momento fue pionera en el diseño de este tipo de armamento, con avances tan destacados como la fabricación de acero y multitud de modelos que protegieron posiciones costeras y navíos de la armada española. Por toda Asturias aún quedan muchas piezas artilleras de varias épocas, un gran puñado de ellas construidas en Trubia. Sería en el año 2016 cuando se reconociera su importancia y se seleccionaran un total de 49 para formar parte del Inventario del Patrimonio Histórico de Asturias. En Trubia fueron seleccionados varios cañones de los que hablaremos a continuación. Dos de los más famosos tienen nombre propio Batallo y Aguardo. Se trata de dos cañones de bronce que flanquean el puente de la Fábrica; fueron diseñados para el servicio de tierra y plaza y ambos cuentan con una intrincada decoración gracias a su fabricación mediante moldes. Presentan dos orlas en la culata: en una de ellas aparece el nombre del cañón y en la otra la inscripción “SERVATUR IMPERIVM». Además tienen un escudo con las Armas Reales, los collares de las órdenes del Toisón y del Sancti Espiritus y, bajo ellas, la inscripción PHILIP V HISP REX”, que los data durante la primera mitad del siglo XVIII bajo el reinado de Felipe V y, muy posiblemente, fabricados en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla. De factura similar son los dos cañones que flanquean el homenaje a Elorza, al lado de la capilla de la fábrica; este monumento se construyó en 1923 y el busto sigue el modelo del escultor valenciano Josep Piquer y Duart; el actual conjunto poco tiene que ver con el original, aunque conserva varias de las piezas originales. Junto con otras piezas artilleras que se conservan en el interior de la factoría, existen otros cuatro cañones que forman parte del Inventario; nos estamos refiriendo a los cañones de campaña modelo Sotomayor. Estas piezas son de gran interés por la historia que cuentan dado que el capitán Fernando Álvarez de Sotomayor había proyectado en 1879 el primer cañón de acero fundido en Trubia, diseñando posteriormente hasta cuatro modelos, entre ellos las dos parejas existentes, una en el puente de la Fábrica y otra en un pequeño jardín de la Avenida Sotomayor. Y aunque fuera del inventario y sin gran importancia patrimonial, llama la atención una pieza situada al lado de la capilla de Santa Bárbara; tras la batalla en la Unión Soviética, la Alemania nazi se hizo con gran cantidad de armas, entre ellas el cañón soviético de 122mm Modelo 1931/37, del que envío unas 150 unidades a España, y al menos, una a Trubia que sirvió de modelo para construir una treintena de piezas basadas en el mismo. Estas piezas son parte de un patrimonio que debe permanecer en Trubia de manera digna. Hace años se corrió el peligro de su expolio, por suerte frenado. Hoy en día forman parte del paisaje, aunque el situarlas en zonas verdes o rotondas como si de macetas se tratara no es lo adecuado, sigue siendo habitual dentro de una visión de ignorancia patrimonial más propia del siglo pasado. Respetemos pues esta parte fundamental de nuestra memoria.

Deja un comentario

Your email address will not be published.