Denuncian que un ganadero de Poles, en Salas, tiene a las vacas sueltas y sin sanear
El coordinador regional de Usaga, Fernando Marrón, que tiene una explotación en el mismo pueblo, denuncia que los animales no están en buen estado y son un peligro, «pero las Administraciones se pasan la pelota unas a otras»
Las vacas de la polémica, en una de las fincas de Fernando Marrón
Redacción/Grado
Fernando Marrón, coordinador regional de Usaga y ganadero, ha denunciado hoy la situación que se está viviendo en Poles, una localidad de Salas, donde asegura que hay vacas sueltas por el pueblo y las praderías, sin sanear y sin control, una situación que ha denunciado al Seprona y a la consejería, sin que por ahora se haya encontrado una solución. «Se trata de una persona que no está bien de salud, que al parecer no está tomando su medicación, y con el que no podemos tratar el problema directamente, porque puede contestar de forma agresiva. Hace dos años, tras tener unos positivos, se negó a hacer el saneamiento de todos sus animales, de forma que no tienen carta verde, obligatoria para que el ganado pueda circular. Había ocho animales vagando sueltos por el pueblo, invadiendo fincas de otros propietarios. Avisamos al Seprona y levantaron acta, pero el resultado es que el ganado que estaba estabulado, al parecer en malas condiciones, ahora también anda suelto, son ya unas 25 las reses que están sin control por el pueblo», asegura Marrón. Usaga ha puesto también una denuncia ante la consejería de Medio Rural, «pero parece que unos y otros se pasan la pelota. A cualquiera le pondrían un expediente por tener el ganado así, pero aquí entiendo que la situación es muy complicada, pero algo habrá que hacer. Nosotros no podemos llevar a nuestro ganado a nuestras propias fincas, que están ocupadas con estas vacas sin sanear, no podemos arriesgarnos a que cojan algo. La situación es muy mala», resume Fernando Marrón. «Además deambulan libremente por todo el pueblo y las carreteras, con el consiguiente riesgo sanitario para el resto de las ganaderías circundantes y además el consiguiente riesgo para la vía pública de provocar accidentes», concluye.
