El consejero de Medio Rural anuncia que la próxima semana se publicarán en el BOPA las nuevas bases de la convocatoria, y espera que el plazo de presentación de solicitudes se amplíe al 31 de mayo

Redacción/Grado

Las ayudas de la Política Agraria Común para 2021 alcanzarán en Asturias los 96 millones de euros, 14 millones más que este año, según anunció ayer el consejero de Medio Rural, Alejandro Calvo, en el curso de una visita a una ganadería en Colunga. Calvo destacó que se trata de «un volumen de recursos histórico» en un año de transición, en el que se aplicarán nuevas bases para la convocatoria, debido al periodo de transición a la nueva PAC. La convocatoria de este año contará con 96 millones, 14 más que en 2020, para ayudas agroambientales y a la agricultura ecológica, la indemnización compensatoria de montaña y razas en peligro de extinción. Además, la consejería ha solicitado al Ministerio de Agricultura,  al igual que otras comunidades autónomas, la ampliación del plazo de presentación de solicitudes hasta el 31 de mayo, con el fin de facilitar la presentación de las mismas.

Nueva política agraria europea

El Gobierno de Asturias defiende un plan sectorial específico para la ganadería de la cornisa cantábrica en el marco de la nueva Política Agraria Común (PAC). La Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial propondrá al Ministerio de Agricultura que recoja esta medida en el Plan Estratégico de España, que se elabora en la actualidad con la participación de comunidades autónomas y organizaciones agrarias y medioambientalistas, y al que la ciudadanía también puede aportar sugerencias.

En este marco, el Principado apuesta por unas condiciones propias que refuercen el modelo de explotación familiar sostenible de las regiones del norte de la península, mejore su rentabilidad y lo consolide como generador de actividad económica. La cornisa cantábrica ofrece unas condiciones que encajan en la PAC post-20 y se alinean con la Estrategia Verde Europea, donde la moderación de consumo de agua y la generación de alimentos de calidad –en consonancia con prácticas agrícolas que favorecen la biodiversidad– serán el eje principal para la canalización de fondos.