Publicado el: 05 Jun 2021

El matón de discoteca de Sonande

Por Juan VEGA

Leyendo en la prensa estos días las informaciones relacionadas con el ataque de una alimaña salvaje a una mujer en territorio de Cangas del Narcea, tuve la sensación de que algo raro nos está ocurriendo. Hacía mucho que no leía tantas tonterías: “fue un encuentro fortuito, no es un animal agresivo”, fue uno de los comentarios oficiales más difundidos, para añadir a continuación, “el animal se sintió amenazado y reaccionó movido por el miedo”. Otra afirmación surrealista que sintetiza así los motivos por los que un enorme oso atacó a una buena mujer que daba un paseo, al atardecer, por la carretera situada en las inmediaciones de su pueblo.

En seguida nos enteramos de que la “Patrulla Oso” se había desplazado al Valle del Río Cibea, donde se encuentra el lugar de los hechos, Sonande, para confirmar la opinión que al parecer ya tenían establecida previamente: que la fiera que atacó la señora está en celo y eso hace que lo sucedido carezca de trascendencia. “Creemos que es un oso normal, valora el guarda mayor. La vigilancia busca verificar que en efecto nada se sale de lo normal, que no es agresivo ni problemático”. O sea, que un oso que agrede a una mujer entrada en años que camina sola, pacífica, por una vía pública no es agresivo, y por lo tanto no hay que adoptar medidas drásticas al respecto.

Mi vecino Julio, que en paz descansa, una persona experta en los lances de caza y de enorme inteligencia natural, me decía, cuando paseábamos por los alrededores de nuestro pueblo, al igual que la mujer atacada en el concejo de Cangas del Narcea, que “el oso es un chulo con el que conviene no cruzarse, y en todo caso hay que apartarse de su camino; es como un matón de discoteca”. Desde entonces sigo sus consejos, cosa muy recomendable cuando se vive en pleno hábitat osero. Lamentablemente, esta buena mujer que se encontró con el matón de frente, y no lo pudo evitar haciéndose a un lado, no tuvo tanta suerte como hasta ahora tuve yo.

Bien está que se recupere el oso como especie y que esa recuperación traiga un respiro a las maltrechas economías de estos valles dejados de la mano de Dios, en los que la despoblación es total, la velutina arrasa nuestras colmenas y tan sólo la ganadería que sobrevive en medio de las dentelladas del lobo y el alquiler de viviendas rurales suman algunos euros a las pensiones de las que vivimos los pocos seres humanos que aquí estamos atrincherados, mientras la hostelería reabre paulatinamente sus puertas.

Pero la recuperación del oso tiene un límite que debe respetarse como una línea sagrada. La gente de Asturias Ganadera ha remitido un escrito al Ayuntamiento de Proaza en el que exigen del Principado medidas para garantizar que los humanos que vivimos encerrados en una reserva rodeada de animales salvajes podamos tener la seguridad de que se nos protege de manera efectiva ante los merodeos de los matones de discoteca. No hace muchos días que al lado de nuestro pueblo el oso mató un burro de los herederos de mi amigo Julio.

No nos engañemos. Los ataques contra los animales en las actuales reservas humanas de Asturias, que no están declaradas ni protegidas, son continuos. El ser humano infunde al oso algo más de temor que los burros o las vacas que sufren continuamente sus ataques. pero ese temor se está perdiendo ante el imparable proceso de “rumanización” que vivimos y que denuncia Asturias Ganadera cuando exigen que alrededor de los pueblos habitados, alrededor de las reservas humanas de Asturias, se habiliten espacios “libres de osos”, mediante la aplicación de medidas punitivas contra los ejemplares que se acercan a los pueblos y la captura y neutralización de los que ataquen a las personas.

¿Existe realmente una “Patrulla Oso” dotada par cumplir esa función? ¿Hay una verdadera normativa en vigor que regule estas desagradables eventualidades? ¿No será por el contrario que cada vez que hay un accidente se hace un montaje propagandístico para hacer que se hace algo?

No capturar y neutralizar el oso que atacó a esta señora, tratándonos como idiotas, al afirmar que el matón de discoteca que atacó a la mujer de Sonande “no es agresivo” y que reaccionó “movido por el miedo”, confirma lo que me temo desde hace mucho tiempo: que aquí no hay plan ninguno, ni medios los humanos ni materiales mínimos como para garantizar que las reservas humanas que existen en medio de una amplio territorio de Asturias, enel que no se sabe muy bien quién ha decidido expropiarnos nuestras propiedades, nuestras libertades y nuestros derechos, sin pagar, para convertirlas en el hábitat protegido de las fieras, que campan por sus respetos, hasta el punto de que se les otorga el derecho a atacar y herir gravemente a las personas sin resultar inmediatamente abatidas por la fuerza pública.

Cuando llegue el primer muerto, ¿van a seguir mirando para otro lado? ¿Dirán entonces que no era previsible que ocurriese?

Comentarios:
  1. Joseba Sola Gallego dice:

    No se puede ser más maniqueo y falaz en sus incendiarias afirmaciones. ¿Acaso el autor del artículo es biólogo especialista en grandes carnívoros?. ¿Quién es él para cuestionar la labor y amplios conocimientos sobre el terreno de la Patrulla Oso?. La cuestión es echar gasolina, montar un circo propagandístico y despertar átavicos métodos de exterminio de la fauna salvaje. Así no.

  2. RSA dice:

    Aún no se como definir el nivel cutre del articulo .Pero bueno no se si este señor conoce que en un año hay mas muertos y heridos por cazadores en España que por animales salvajes en toda #Europa. #LoboVivo #OsoVivo #DiaDelMedioAmbiente

  3. Pilar López García dice:

    Completammente de acuerdo con el artículo. Soy de una de las aldeas en las que los osos atacaron y destruyeron lo que pillaron.
    Hay que dar al oso lo que le pertenece, el monte. Y al hombre su derecho a vivir en tranquilidad y combatirlo cuando se vea atacado. A este paso, tendrán que huir los vecinos para que ellos se adueñen de todo. Esos buenismos de quienes ven de lejos las cosas sobran

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