Son los páridos una familia de pájaros muy vistosa que canta casi continuamente y a la que no le importa hacer acrobacias para buscar su alimento.
Está formada por los carboneros y los herrerillos; habitan tanto en el campo como en nuestros pueblos y ciudades, siempre donde hay árboles y arbustos grandes, para buscar entre sus ramas, hojas y flores, pequeños insectos y arañas que es la comida que más les gusta, aunque no desprecian tampoco las semillas, éstas sobre todo en invierno.
Los integrantes de estas familias son:
Carbonero común (Parus major), veranín es el mayor y más urbano, se distingue por su pecho amarillo con su gran mancha negra.
Herrerillo común (Cyanistes caeruleus), ferrerín se distingue por su cresta, alas y cola de color azulado.
Carbonero garrapinos (Periparus ater), picaveyu se distingue por su franja blanca en su nuca.
Herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus), veranín de moñu lo distingue su preciosa cresta.
Carbonero Palustre (Poecile palustris), Benarriz es el más pequeñín; capirote y nuca negra; siempre en los bosques y cerca del agua.
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