El tesoro romano-bizantino hallado en el abrigo de La Cuesta pudo haber sido escondido ante la inestabilidad política y social que produjeron las invasiones bárbaras en el siglo V, antes del reino asturiano

Los investigadores barajan la hipótesis de que las 209 monedas formarían parte de un depósito mayor saqueado que se cayó entre las grietas

F. Romero / Oviedo

El excepcional hallazgo del tesoro romano-bizantino de Berció ha puesto patas arriba a la consejería de Cultura del Principado,  que ya ha dado permiso para una nueva excavación, (en este caso para buscar elementos orgánicos que puedan datar la cronología de las monedas). Además, Patrimonio tramita también la protección jurídica del entorno del abrigo de La Cuesta. Los investigadores, que mañana darán una conferencia en el Museo Arqueológico, entidad que alberga ya los bronces constantinianos, barajan la hipótesis de que este tesoro pudo ser ocultado en una época, el siglo V, de inestabilidad política y social y transición entre la Antigüedad y la Alta Edad Media. Fue la época de las invasiones bárbaras en la Península y también en la cornisa cantábrica, en un momento previo a la formación del reino asturiano, considerada una época «oscura». Este hallazgo se suma a otro similar también en el mismo concejo de Grado, el de Chapipi de Coalla, en donde se hallaron 14 monedas de oro, del siglo IV, la misma época que las que se encontraron en Berció

El tesoro (209 monedas en muy buen estado de conservación) no destaca por su calidad (no hay oro ni plata) sino por su cantidad y diversidad. El arqueólogo Alfonso Fanjul destacó el «apoyo total del Principado, dándonos los permisos de la excavación de manera inmediata, e incluso su financiación».

Fue un hallazgo «casual».  Antonio Juaneda, Fanjul y el vecino de Berció Roberto García, amigo de ambos investigadores, estaban documentando y fotografiando las cuevas de la cuenca media del Nalón. Roberto sabía de la existencia del abrigo de La Cuesta «porque jugábamos allí de pequeños» y allí estaba el tesoro, sacado a la luz probablemente por la excavación de un tejón de su madriguera. Solo en la superficie contaron 115 monedas esparcidas, el resto ya enterradas en un sumidero natural que culmina en la madriguera del tejón. «Fue una excavación muy rápida que hicimos en el mes de abril. Creemos que se acumularon allí por erosión natural». Las hay del siglo III después de Cristo, de mediados del siglo IV (la mayoría) y del siglo V. Era una época en la que Hispania no emitía moneda, al ser una época de transición «oscura» hacia el reino de Asturias. Asimismo creen que lo que se ha encontrado son las «sobras» de otro tesoro anterior expoliado por los ayalgueiros. «Hubo un saqueo y estas monedas pudieron caer en una grieta que, por la erosión natural, aparecieron finalmente en donde las encontramos», añade.

Algunas piezas son de gran calidad, procedentes según su marca de Antioquía, Tesalónica, Constantinopla, del sur de Francia y de la zona del Adriático. Hay una única pieza, una ‘follis’ las últimas acuñadas por el imperio romano), emitida en Londres a mediados del siglo IV d. de C.  Estas monedas tuvieron un gran uso internacional y una larga duración en su uso hasta el siglo VII d. d. C.

Ahora se prepara una segunda fase de la excavación en el interior del yacimiento para comprobar si existió ocupación humana y datarla con carbono 14 «y afinar más el hallazgo, porque lo que queremos saber es si fue un depósito puntual o hubo un grupo humano viviendo allí» explica Fanjul.

Preocupa entre los descubridores del tesoro bizantino la aparición de curiosos y ayalgueiros en la zona y advierten a posibles «visitantes»: «La prospección que hicimos fue intensiva y el tesoro ha sido extraído en su totalidad, pero hay que evitar a toda costa que vengan desaprensivos a la zona, aunque es de muy difícil y peligroso acceso»explicó Juaneda. En este sentido el director general de Patrimonio, Pablo León, adelantó que hay en marcha un proyecto de cierre de cuevas para garantizar la seguridad, en donde se incluirá La Cuesta.

León destacó la importancia de la rapidez con que se actuó en este proceso arqueológico. «El 5 de abril nos comunicaron el hallazgo y el 9 de abril ya se valoraba en la comisión de Patrimonio y autorizábamos la excavación. Además hicimos ya el sondeo para documentarlo y rescatarlo. El 13 se excava y el 27 de abril concluyen los trabajos con la entrega de los materiales». Las monedas ya están en proceso de restauración y limpieza (aunque esta mañana se exhibieron algunas para los medios de comunicación en una vitrina).

El tesoro de Berció es el más grande hallado en una cueva de España