Los trabajos, que impulsa el Principado, empezarán por la retirada de las uralitas del viejo edificio, bajo el que se cree que hay cuerpos humanos de la represión franquista

Redacción/Grado

La empresa pública Tragsa ha comenzado hoy los trabajos de demolición de la antigua porqueriza abandonada sobre la fosa de La Chabola, en El Rellán, en Grado. El edificio, en ruinas, está sobre una parte de la fosa, por lo que se cree que bajo sus cimientos puede haber cuerpos humanos de víctimas de la represión franquista. El derribo de la nave se retrasó por la presencia de amianto en las uralitas, lo que obliga a un estricto protocolo de seguridad en la retirada de las piezas, y también por la necesidad de pedir autorización a la Confederación Hidrográfica. Los trabajos están financiados por la consejería de Presidencia, y han sido encargados a Tragsa. El equipo de gobierno moscón había insistido en varias ocasiones en la necesidad de acometer la demolición, para poder seguir con la exhumación de los cuerpos humanos, tras la recuperación de los restos de 14 personas. Cuando se llegue a la demolición del suelo de la nave estarán presentes en los trabajos expertos de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, para evitar posibles daños a los restos. Los voluntarios de la asociación, que utilizan técnicas de arqueología en sus exhumaciones, temen que sea difícil recuperar los restos que haya debajo de la construcción, que se utilizó para criar cerdos durante décadas, un uso que fue especialmente doloroso para las familias que tenían a sus seres queridos en el enterramiento ilegal. La nueva exhumación, tras el derribo de la nave, está prevista para marzo, y en El Rellán, adquirida por el Ayuntamiento para dignificar a las víctimas, se construirá un Parque de la Memoria.