«Ha sido una luz tras muchos meses de oscuridad», destaca la directiva, que organizó tres días de festejos, con un concierto de Tekila a beneficio de la lucha contra el Alzheimer

Redacción/Grado

Unas fiestas de Santiago y Santa Ana en pequeño y en otoño. El pasado fin de semana la Hermandad de Santiago y Santa Ana se desquitó de dos años seguidos sin fiestas, con tres días de encuentro festivo. «Ha sido una luz tras muchos meses de oscuridad», destaca el presidente de la hermandad, José Luis Tamargo, Pitus. «Hacía mucho tiempo que teníamos en mente este evento y tras varios aplazamientos forzosos lo hemos podido llevar a cabo, no sin esfuerzo y diversos sacrificios pero que visto lo vivido durante estos 3 días no cabe duda que ha merecido mucho la pena», señala la Hermandad, que destaca que las exigencias sanitarias hacen más difícil y cara la organización, pero «todos lo esfuerzos han sido recompensados con creces al ver un ambientazo en Grado como hacía mucho tiempo que no se palpaba». La lluvia que imperó durante la mayor parte del fin de semana no arruinó la fiesta, y en el concierto de Tekila y D’Cano se recaudaron 3.000 euros para la asociación Venefgic, de lucha contra el Alzheimer. «Y como colofón el domingo los niños, unos de los grandes perjudicados durante esta pandemia tuvieron su día, los espectaculares hinchables hicieron las delicias de los más pequeños para así cerrar 3 días que quedarán en la retina de la mayoría de los moscones», valora la Hermandad.