Publicado el: 22 Ene 2022

Las Regueras, recuperando lo común

Limpieza de caminos y de rincones naturales o el rescate de elementos del patrimonio, como la fuente de La Rienda, son algunos de los logros vecinales agrupados en sestaferia, impulsados por el concejal Paulino Canga

Participantes en las últimas sestaferias de Las Regueras/ E. M.

Esther Martínez / Las Regueras

La sestaferia era en el pasado una prestación personal de carácter obligatorio que forma parte del derecho consuetudinario asturiano. La Diputación Provincial de Oviedo el 1 de enero de 1839 publica un Reglamento de Sestaferias para la construcción, reparación y conservación de caminos y puentes. Solía realizarse los viernes o los sábados y acudían a ella los vecinos comprendidos entre unos límites de edad, establecidos según las normas del lugar de celebración.

En Las Regueras, en el año 2019, entró a formar parte del equipo de gobierno Paulino Canga, como concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, quien tras conocer las inquietudes de varios vecinos decidió crear un grupo para recuperar esa costumbre, aunque ya de manera voluntaria. Comenzó con limpiezas en el entorno de Cueva Oscura en Ania y la senda de El Pedreru entre Gallegos y San Pedro de Nora. Más tarde los vecinos de Parades vieron como urgente la recuperación de la laguna de La Marguera, donde se retiraron varias toneladas de maleza y se logró devolver casi a su estado original, una zona abandonada durante varias décadas, aunque según Canga, “no está aún finalizado, hay que acabar de limpiar y acondicionar el entorno”.

Al ver que la iniciativa estaba teniendo buena acogida, Ceferino Álvarez, vecino de Gallegos, que vive al lado del puente, sugirió al concejal la posibilidad de recuperar la fuente de La Rienda en Gallegos, tomada por la maleza y de gran importancia en su día, no sólo para los vecinos de Gallegos, sino para los pueblos de Quexu en Las Regueras y La Bolguina, ya en el concejo de Oviedo. Según cálculos de José Ángel Alonso, también vecino de Gallegos, la fuente puede tener su origen a mediados del siglo XIX, ya que su padre le contó que en la construcción de la misma había trabajado su tatarabuelo, por lo que calculan que La Rienda puede tener cerca de dos siglos. En la época de su construcción todos los terrenos del pueblo de Gallegos pertenecían al conde de Revillagigedo. Fue tras la guerra civil cuando fueron adquiridos por sus llevadores, entre los que se encuentra la familia de Alonso, que recuerda que un camino de servicio enlazaba las casas del pueblo por el medio de una finca hasta llegar al caño de la fuente.

Uno de los detalles que más ilusionó al grupo de sestaferias reguerano fue la recuperación de la enorme losa de gran tamaño que cubre la obra y que fue extraída de una cantera del pueblo para la construcción original. Recuerda José Ángel Alonso, que cuando “yo era chaval, este tipo de trabajos eran obligatorios, al que no venía el día acordado, se le multaba. Veníamos con fesoria, guadañas y picones a limpiar, sobre todo, la temporada antes de la recogida de la hierba. Hoy trabajamos mucho pero tenemos maquinaría, yo mismo colaboré con el tractor varios días. “ El Ayuntamiento se hizo cargo de los gastos de la pala y de los materiales. La mano de obra fue de manera totalmente altruista y voluntaria.

Había también momentos para las comidas compartidas una vez terminada la jornada, en la que algunos vecinos que no podían acudir a trabajar, aportaban empanadas, tortillas o bebidas. Otro de los objetivos que se están consiguiendo con esta actividad es la socialización entre la gente de distintos pueblos. Ya no se circunscribe la acción a que en cada pueblo vayan a trabajar los de ese pueblo, sino que se haga causa común de todo el patrimonio público. Los trabajos de La Rienda finalizaron a mediados del mes de diciembre, y fueron inaugurados por la alcaldesa con la colocación de una placa conmemorativa. Al acto no le faltó ni el acompañamiento del joven gaitero, Daniel Álvarez, de dieciséis años, que fue uno de los que acudió a la sestaferia durante los seis sábados que duró el proceso de reparación de la fuente.n este primer mes de enero se programarán las acciones a emprender durante el año 2022, que según Paulino Canga, necesitarían más implicación de los vecinos.

 

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