Publicado el: 25 Ene 2022

Trubia, ¿esta vez sí?

Lucía S. Naveros

Trubia lleva muchos años viendo pasar de largo a los turistas y viviendo del monocultivo de la industria, mientras su comercio y su vida social y cultural languidecen. Las promesas para la villa cañonera han sido tantas como las decepciones, así que los vecinos son escépticos cuando oyen hablar de un nuevo proyecto.

Ha llovido mucho desde el malogrado museo de la industria militar, con ministros y alcaldes firmando convenios que nunca llegaron a nada, y van pasando los años sin que se vea el arreglo de la carretera (un auténtico peligro) o la variante para sacar el tráfico pesado (que ancla al pueblo en el siglo XX, pues parece cosa del pasado ver un lugar habitado con las calles recorridas todo el día por grandes tanques de químicos y carbones). Por no llegar no llega ni el prometido gimnasio y polideportivo, que para Trubia parece una meta imposible de alcanzar.

Pues bien, el trabajo callado de la sociedad civil, en Trubia encabezada por el geógrafo Toño Huerta y su Asociación por el Patrimonio Histórico Industrial, y la buena sintonía política que parece reinar entre el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, y el presidente, Adrián Barbón, más la suerte de contar con las Cuencas como argumento de peso (en el socialismo asturiano siempre lo han sido) parece que han llevado a buen puerto un proyecto que podría marcar un antes y un después, el tren histórico de Trubia-Collanzo. Las pruebas se anuncian para la primavera, y para el verano podría estar funcionando un tren de vapor desde Mieres, que recorrerá un paisaje de gran belleza para dejar a los viajeros en la villa cañonera, a las puertas de la Senda del Oso. Una oportunidad para Trubia y para todos los concejos de los Valles, que esperemos no se quede, una vez más, en vapor de agua.

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La Voz del Trubia