De la Fuente hace realidad su sueño

Rafa Balbuena / Grau

El director de cine moscón Julio de La Fuente ultima estos días el montaje de El Hogar, su segundo largometraje, rodado en Llames (Parres) siguiendo el esquema del cine mudo de los años 20. Una historia de denuncia y humor con la que De La Fuente da un giro en las formas, pero no en el fondo, a su idea de hacer cine que ya expuso en El último invierno, estrenada en 2018.

-¿En que consiste El hogar? –Es una idea que tuve hace años, hacer una película de cine cómico. Desde pequeñín es un cine que me apasiona, y que encaja en la línea de cine social que hago. Desde principios de año se dieron las circunstancias que facilitaron el rodaje, y aquí estamos, ante uno de esos sueños que se hacen realidad.

-¿Y cual es el argumento de esta comedia? – Es una historia de cine mudo, en blanco y negro, en la que intentamos atenernos lo más posible al formato de comedia clásica, con muchos momentos de hilaridad y otros más dramáticos que te hacen reflexionar sobre la realidad del ser humano. Los protagonistas son una familia que no tiene absolutamente nada: un matrimonio con tres hijos, ella esperando el cuarto, encuentran una vivienda que creen que está desocupada. Entran, se quedan, pasan una semana como quien dice a cuerpo de rey, hasta que llegan los verdaderos dueños de la casa y ahí se produce el choque de realidades y conciencias que, desde la pantalla, te hace reír y a la vez pensar.

– Es decir, recrean un poco ese espíritu de las películas de Chaplin, o de Buster Keaton… – Exactamente, esa es la línea por la que va El Hogar y en ese formato en el que se rodaron películas cono El Chico de Chaplin: muda, en blanco y negro, solo con música, que ha compuesto del maestro Isaac Turienzo.

-¿Un guión sin palabras no es un reto para los actores? –Sí, la única referencia verbal son los típicos cartelitos entre escenas que dan un poco de información al espectador sobre lo que ocurre. Los actores han hecho un trabajo excelente desde el primer momento. Es complicado ofrecer una película en estas coordenadas, que hace 80 años que no se hace comedia de cine mudo, pero desde el principio el equipo se lanzó de cabeza. Creo que hay que ser valiente y tener confianza en uno mismo y así lo han demostrado todos.

– ¿Por qué Llames como lugar de rodaje? – Fue por varias razones. Primero, lo bonito que es el pueblo. También que teníamos buena infraestructura, ajustada al presupuesto y que encajaba bien con la historia. Aunque también hemos rodado en Oviedo y creo que escoger esos escenarios ha sido un acierto porque encajan perfectamente con lo que quiere comunicar esta película.

-¿Alguna anécdota del rodaje? – Todos los rodajes son fuente de anécdotas y este no iba a ser menos. Sí, puedo destacar que el primer día los cinco actores protagonistas, que se habían conocido esa misma mañana, se hicieron la foto del cartel de la película y ya daban el aspecto de ser una verdadera familia que llevaba junta toda la vida. En ese momento supe que teníamos película. La pareja protagonista, Luis Mottola y Nerea Garmendia, con los niños Zoë y Noa Millán y Daniel Días transmiten la historia de un modo espectacular y brillante desde el principio. Creo que el público va a quedar muy sorprendido y satisfecho cuando la película se estrene.

-¿Cómo ve hoy su película anterior, El último invierno? –Son películas totalmente diferentes, pero a El último invierno le tengo un cariño especial, por ser mi primer largometraje. También por tener en el reparto a nuestra última representante en Eurovisión, Chanel Terrero, una persona muy trabajadora, humilde y con un gran talento para actuar, no solo para cantar. Pero con El Hogar ya digo que se cumple el sueño de tener una película que deseaba hacer, y ahora que estamos acabando la fase de montaje nos damos cuenta de que hemos acertado. Confiamos en que dé mucho que hablar.

– ¿Tiene ya fijada fecha de estreno? – Sí, el 31 de octubre se estrenará en el teatro Filarmónica de Oviedo, y habrá un segundo pase el 4 de noviembre. De ahí entrará en cines y en los festivales que podamos, pero eso ya depende de cómo se vaya desarrollando todo.

– Y una pregunta obligada ¿para cuando una película sobre Grado? – Ya rodé varias veces, “El último invierno” está rodada parcialmente aquí. Esta es mi tierra, le tengo muchísimo cariño y ojalá en el futuro podamos hacer algo aquí. Pero no lo sé, está difícil hacer cine y cada vez lo está más para esta clase de producciones pequeñas.