El Ayuntamiento rechaza la petición de que se permitan futuros enterramientos de la familia si pasa a propiedad municipal, mientras sigue el deterioro de la construcción, una de las joyas de arte funerario de Asturias

Redacción/Grau

El panteón de Concha Heres, una de las joyas de arquitectura funeraria de Asturias, está en un estado de abandono tal que ya supone una amenaza para los visitantes del cementerio de Grado, por el riesgo de caída de cascotes, según señalan los técnicos municipales. El Ayuntamiento ha decidido dar un nuevo impulso a la negociación con los herederos, aprobada ya en 2017, para intentar obtener la cesión del panteón, un acuerdo que ha chocado con la petición de la familia de que se mantengan los actuales enterramientos y se permita, tras el traspaso de la propiedad, la inhumación de los actuales herederos. Esta condición ha sido rechazada por el Ayuntamiento moscón, que se aviene a mantener durante 25 años los actuales enterramientos.

El panteón fue levantado en 1923 con un proyecto del arquitecto Anselmo Arenillas, y las esculturas son de Juan Cristóbal. Pese a su protección integral, ha ido sufriendo un grave deterioro, con pérdidas ya irreparables, como la de la gran lámpara de bronce que presidía la capilla del primer piso. En el panteón está enterrada Concha Heres, fallecida en 1943, y su primer marido, el candamón Manuel Valle, fallecido en París en 1896.