El bailarín de origen quirosán presentó ayer en Oviedo su primer libro, una obra infantil editada por Malian, con ilustraciones de Aram Delhom

Beatriz Álvarez/ Oviedo

La biblioteca de la Granja en el Campo San Francisco reunió ayer a familia, amigos y lectores en torno a ‘Kailo’, una obra de literatura infantil, la nueva aventura creativa de Yoshua Cienfuegos. El coreógrafo, que dirige la compañía de danza Cienfuegosdanza creada en 1999 y al que se le conoce en la ciudad por sus innovadoras “Estancias Coreográficas” que en su próxima edición cumplirán diez años, es un bailarín de origen quirosán, actualmente catedrático en el CSDMA en Madrid, cuyo espíritu inquieto y curiosidad le han llevado a abandonar su zona de confort para seguir haciendo camino y presentar un cuento en el que el niño Otto, el protagonista, de la mano de su amigo Kailo abandona su tristeza y sus miedos para encontrar su identidad.

“Sembrar siempre y evolucionar, trabajar la imaginación, qué sería de los creadores sin ella”, dijo un emocionado Cienfuegos que reiteró su felicidad por presentar en Oviedo y agradeció la invitación y la acogida “en mi casa, de la que salí hace ya no sé cuantos años y a la que siempre vuelvo”. Un proyecto que reunió para ver la luz todos los impedimentos que se han juntado en estos últimos años lo que parecía ponerlo todo cuesta arriba.

Kailo recibió ayer muy buenas críticas, Cristina Álvarez, poeta quirosana y amiga personal del autor destacó que Otto es un valiente, un luchador que tiene muchas cosas que enseñarnos porque “quién ha dicho que los cuentos son solo para niños” y la coordinadora de Bibliotecas, Chelo Veiga hizo hincapié en la importancia de que trabajos como este lleguen a los niños y niñas y que conozcan que hay cosas diferentes que son muy interesantes.

Kailo nace en 2018 de la puesta en escena de una obra infantil coproducida por Rambleta y Yapadú Producciones, que combina diferentes lenguajes artísticos a fin de encontrar nuevos formatos escénicos. Un espectáculo que estuvo en Fetén que hace al espectador partícipe y cómplice de la narración convirtiéndose en un protagonista más que se sumerge en el hilo narrativo de la propuesta. Los espectadores de la obra se transforman en observadores activos permitiéndoles vivir la historia en primera persona. Otto tiene una caja de cartón donde se esconde cuando tiene miedo. En su caja de cartón puede pintar las paredes con sus manos, imaginar que se sumerge en las profundidades del océano o incluso volar hasta la luna de la mano de su amigo Kailo. Kailo ayudará a Otto a superar sus miedos gracias al viaje que harán juntos por su imaginación y creatividad. Los autores no olvidan mensajes tan actuales como el reciclaje y la alimentación sana.

Kailo ha sido editado por Malian con textos de Yoshua Cienfuegos y Nando Pascual e ilustraciones de Aram Delhom calificadas como fantásticas por los presentes,
La presencia de Yoshua Cienfuegos en este pequeño foro sirvió también para abrir un interesante debate sobre la situación de la danza en Asturias y fuera de aquí, Cienfuegos destacó el esfuerzo que se hace en este sentido gracias a muchas voluntades, privadas y públicas. “La danza no es la hermana pobre, no es esa la actitud, pero hay que seguir trabajando. Es muy importante la comunidad”. Palabra, “comunidad”, que siempre está en su boca, su trabajo es un talentoso y generoso fruto personal, pero también de la comunidad (creadores, músicos, intérpretes, etc) como se pone de manifiesto en Estancias Coreográficas cada verano.

Cienfuegos que no ha parado desde 1999 “ afortunadamente y siempre con proyectos a futuro” acaba de llegar de Argentina donde ha representado con gran éxito su montaje “Réquiem” ante un auditorio de 1500 personas, presentará próximamente Kailo en Quirós.