El diseñador moscón asistió un año más al encuentro ‘Indumentaria’, dejando por unos días el trabajo en su nueva colección, inspirada en la serie ‘Ostinato’, del artista Rubén Rodrigo
«Se podría hacer un Museo del Traxe o una exposición permanente, y me extraña que no haya surgido aún un taller de confección»
Beatriz Álvarez/ Grau
Si hay alguien que en la actualidad lleve el nombre de Grado más allá de Asturias, ése es el diseñador moscón Marcos Luengo, que este fin de semana abandonó por un momento su recién estrenada colección y sus obligaciones familiares para apoyar el “Día del traxe”. “Vengo encantado y lo hago de corazón. Considero que hay que estar aquí hoy, apoyando esta iniciativa que da vida al pueblo desde la tradición, desde una perspectiva tan cultivada. Una iniciativa que es tan buena para la villa. Que la gente venga y que se le ofrezca algo nuevo, que revalorice y revitalice la actividad no solo a nivel cultural sino también para el comercio y la hostelería en estos tiempos de crisis y además con algo tan brillante y delicado, tiene un gran valor”.
Luengo apuntó ideas para que esta muestra se mantenga unida a la villa moscona de forma más o menos permanente a lo largo del año: “esta actividad generará puestos de trabajo y riqueza, me extraña que aún no haya surgido un taller donde se haga este tipo de indumentaria. Es necesario que haya un lugar para mostrar estos trajes, con carácter temporal pero con continuidad, mostrando, por ejemplo, los atuendos que ganen en cada edición, un museo del ‘traxe’. En este sentido, precisamente el otro día hablando con Evelio Acevedo, director gerente del Museo Thyssen-Bornemisza, me comentaba que las exposiciones más visitadas son las que relacionan arte y moda, Chanel y Picasso, por ejemplo. Un Museo de Traxe o una muestra de los traxes, abierta al público, añadiría contenido a la estancia de tantos peregrinos del Camino de Santiago que pasan por Grado, un público culto e interesado por las costumbres de los sitios que visita. Un Museo de Indumentaria, con estos traxes creados con tanto mimo y tanto cariño que además no existe en toda Asturias”. Apunta Luengo, haciendo hincapié en la figura y trabajo de Berto Suárez que puso en marcha este engranaje, que hay que conseguir que las asociaciones culturales de la villa “propongan esta iniciativa de ingente trabajo y que ya prepara la VII edición, a los Moscones de Grao. Hay que trabajar en ello y también trabajar para conseguir que todos los vecinos se identifiquen con el Día del Traxe. Es una fiesta del pueblo de Grado, de todos, independientemente de quién ocupe el Ayuntamiento. Es verdad que nace de la mano de Plácido Rodríguez y Elsa Suárez pero debe continuar gobierne quien gobierne, independiente de sensibilidades políticas, sin color”.
El Día del traxe y el concurso “Indumentaria” se celebraron el pasado domingo con gran éxito de convocatoria. 35 concursantes participaron en esta pasarela de trajes tradicionales, única en Asturias, pero fueron cientos de mozos y moces los que se vistieron con el traje del país para asistir por la tarde al baile tradicional que se celebró en el Frontón del parque, en el centro de Grao, también contó con Marcos Luengo que, tras la fiesta, volvió a Madrid a seguir con su trabajo adelantando su intención de crear traxes del país en su taller para él y sus hijas, “espero poder estrenarlos el año que viene y que mis hijas se animen”.
El diseñador moscón acaba de presentar su colección inspirada en las obras de la serie “Ostinato” del artista Rubén Rodrigo que experimenta con la repetición de las formas y el color a lo largo de un año y que es la misma sensación que siente un diseñador para quien cada nueva colección es continuación de la pasada y anticipo de la que venga. Su trabajo fruto de su tesón y su talento continúa dándole satisfacciones y consolidando su nombre como uno de los diseñadores más apreciados y valorados del panorama nacional e internacional.
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