Plácido Rodríguez

Supongo que hasta el Cronista Oficial tiene el derecho, además del descanso reconocido en la Constitución, a la desconexión de sus labores investigadoras y divulgativas que de forma mensual lleva realizando de manera pertinaz en este periódico desde su puesta en circulación.

Si acepto sustituirle en esta columna es porque espero que Gustavo recargue pronto las pilas y vuelva con su escritura porosa, afable y también crítica a dar nuevos contenidos a su “Mosquitera”

Así que sin más dilación me arrogo el contenido de esta columna que a partir de ahora, espero que sin perder la ironía con la que fue concebida, experimenta la metamorfosis que parte de ser Mosquitera, con un breve paso por mosca cojonera, al estadio temporal de Mosconera. Y como entiendo que entre moscones y mosconas debe proseguir el asunto, aprovecho este altavoz mediático para suscitar la propuesta, aunque temeraria en los tiempos, de sobra fundamentada en contenidos, para que el próximo Moscón de Oro recaiga en la organización del Día’l Traxe’l País.

Como la argumentación que ha de proponer el premio no cabe en un breve artículo de opinión, insto a las asociaciones mosconas a que reflexionen sobre la conveniencia de acabar de asentar, con este galardón, un día emblemático y diferenciador en el que gente de toda Asturias participa y disfruta de la tradición por las calles y negocios de la Villa. Como diría Gustavo, Grau, Grao, Grado, Moscolandia… Se convierte el Día’l Traxe en el escaparate vivo de una forma de vestir y de sentir.Cada vez somos más los que lo sentimos; espero que las asociaciones así lo sientan y me perdonen el atrevimiento de proponer, antes de tiempo y de forma mosconera, lo que en toda lógica estoy seguro algunos y algunas ya traían en mente.