Químico de profesión, experto en setas y gran conocedor de las plantas medicinales, era desde hace más de dos décadas el único habitante permanente del pueblo tevergano
Redacción/ Grau
Teverga ha perdido a uno de sus personajes singulares, Enrique Flórez, conocido en Teverga como «el de La Focella». Químico de profesión, era el único habitante del pueblo tevergano durante el invierno. Solía decir que «vine a buscar setas y me quedé», una descripción irónica de su trayectoria vital, desde su Oviedo natal a su Teverga de adopción. Experto en micología y en fitoterapia (plantas curativas), estaba muy implicado en la vida del concejo, «siempre ahí para echar una mano», en palabras de la alcaldesa, María Amor Álvarez Ardura. De hecho, era uno de los colaboradores de las ‘Catas de Naturaleza» que ofrece el concejo a los viajeros, rutas en las que compartía con los visitantes su profundo concimiento de la naturaleza, plantas y setas. También se había implicado en el grupo de teatro ‘Corazones de Teverga’.
Enrique Flórez nació en Oviedo en 1938. Estudió dos carreras universitarias (Magisterio y Química), viajó por toda Europa y con 32 años se instaló en Barcelona, donde vivió 25 años. Al volver a Oviedo, un día que se acercó al Hayedo de Montegrande a por setas conoció La Focella y se enamoró del pueblo. Allí vive desde entonces aislado en plena naturaleza, dedicando tiempo al estudio de su entorno. Flórez elaboró incluso una clasificación propia con más de 120 variedades de setas de los pueblos de Páramo, Villa de Sub y La Focella, y otra con cerca de 150 tipos diferentes de plantas en la zona de Teverga.
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