Publicado el: 10 Mar 2023

Orovalle plantea un ERTE por el retraso en el permiso de la ampliación de su balsa de lodos

La demora en la Autorización Ambiental Integrada por la ampliación del depósito, que aún está en información pública, lleva a la compañía a anunciar a los sindicatos un Expediente de Regulación Temporal de Empleo

La balsa de lodos de la mina de Boinás

Redacción/ Grau

Orovalle ha iniciado los trámites para plantear un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que podría afectar a la mayor parte de la plantilla de la mina de Boinás-El Valle, en Belmonte de Miranda, por los retrasos que acumula la Autorización Ambiental Integrada de la ampliación de la balsa de lodos. La empresa tramita desde hace meses ante el Principado la ampliación de esta balsa y su Autorización Ambiental Integrada, un permiso que en la actualidad está en información pública. La compañía presentó la petición en julio y ha comenzado a tramitarse este mes, pese a que el plazo de resolución de este tipo de procedimientos es como máximo de seis meses. Ante la tardanza en recibir la autorización la dirección ha comunicado a los trabajadores el inicio de un ERTE, ya que si no se obtiene el permiso la mina tendrá que dejar de operar, y sólo quedarán activos trabajadores de mantenimiento. Los sindicatos con presencia en la empresa guardan un cauto silencio, a la espera de conocer las condiciones concretas que va a plantear la dirección, que ha notificado oficialmente el inicio del procedimiento y ha pedido a los representantes sindicales que constituyan el grupo que negociará el ERTE. Una vez creada esta comisión representativa, la compañía facilitará a los sindicatos la información sobre el procedimiento y se abrirá un periodo de consultas de 15 días.

Orovalle, entre tanto, continúa la tramitación de la ampliación de la balsa de lodos cianurados de la corta El Valle, un proyecto que ya salió a información pública el pasado mes de octubre y que ahora prosigue su tramitación ambiental con la salida a información pública de la modificación sustancial de su Autorización Ambiental Integrada. La autorización para depositar los lodos que resultan de del procesado del mineral extraído de la mina de Boinás, estará en información pública hasta el día 28 de este mes. El proyecto implica la ampliación de capacidad del depósito un total de 30 metros de altura, con la realización de recrecimientos sucesivos de muros perimetrales construidos con materiales de relleno. Se prevé un total de 6 fases de recrecimiento. En cada una de las fases se realizarán dos taludes de 6 m de altura con bermas (franjas intermedias de terreno) de entre 2, 6 y 4 metros de anchura. El depósito de lodos está en el interior de la mina El Valle-Boinás, y en él se depositan mediante tuberías perimetrales los lodos que resultan del proceso de extracción del mineral, que se va sedimentando en el interior de la balsa, mientras que el agua vuelve a bombearse al interior de la mina para su reutilización. Los lodos que llegan al depósito, señala el proyecto, pasan por un proceso inicial de descontaminación. “Tras los procesos de lixiviación y electrolisis, el lodo se envía a una etapa de destrucción del cianuro residual mediante la oxidación del cianuro’. Tras este proceso el residuo “contiene concentraciones bajas de cianuros disociables en medio de ácido débil’ y tras su vertido a la balsa “el cianuro residual terminará de destruirse por la acción de la luz y la acción bacteriana”. La balsa está impermeabilizada, en el fondo, con una capa “no inferior a 20 metros” de materiales de baja permeabilidad, que serán también los que se usen en los muros perimetrales del recrecido. Además, está recubierto de una lámina de polietileno de alta densidad, y de un geotextil. La Coordinadora Ecoloxista D’Asturies ya presentó alegaciones a la anterior fase de información pública del proyecto, ya que consideran que la actual balsa ya supone “una hipoteca” para la zona, por contener lodos cianurados “con una toxicidad de al menos 75 años”.

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