La planta antigua, que estuvo a punto de perderse, fue recuperada tras más de siete años de trabajos con el Serida y la Universidad de Oviedo, impulsados por el Ayuntamiento
L. S./ Candamo
Un total de 75 vecinos de Candamo se han sumado ya a cultivar la planta tradicional de fresa del concejo, que estuvo a punto de desaparecer y que el Ayuntamiento ha logrado recuperar tras más de siete años de trabajos, con un proyecto desarrollado con el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agrario. Según señala la alcaldesa, Marta Menéndez, este año se repartieron un total de 1200 plantas de fresa tradicional en partidas de 24 unidades. En la primera campaña de plantación de esta fresa por parte de particulares fueron algo más de 864 las plantas repartidas. Los vecinos que se han sumado al cultivo de esta variedad antigua “adquieren el compromiso de controlar, evaluar y mantener esta variedad, lo que permitirá que dicha planta esté presente en los cultivos de fresa de Candamo. Entre el reparto de la campaña anterior y el de este año hay 75 personas comprometidas con el mantenimiento de esta variedad tradicional de Fresa de Candamo”, señala Menéndez. Candamo culmina así el programa de recuperación de las plantas. Se trata de una variedad de fresa que cayó en el olvido y estuvo a punto de perderse completamente, bajo la presión de variedades comerciales que daban más producción y frutos más grandes. En 2015 el Ayuntamiento, en colaboración con la Universidad y el Serida, comenzó los trabajos de recuperación. El primer paso fue localizar las plantas tradicionales que aún se conservaban en distintas partes del concejo, ya que había vecinos que seguían plantando la variedad antigua, sobre todo los que no vendían la producción y cultivaban para autoconsumo. Estas plantas habían ido degradándose, así que le tocó a un equipo de la Universidad de Oviedo hacer su recuperación, eliminando patologías, hasta lograr una planta base sana, que se multiplicó ‘in vitro’. El Servicio de Regional de Investigación y Desarrollo Agrario (Serida) hizo después el trabajo de reproducción y caracterización de la variedad, durante varias temporadas, un programa de investigación que contó con un presupuesto de 41.000 euros, financiado por el concejo, y que se prolongó desde 2015 a 2019, cuando se hizo una plantación municipal experimental, para comprobar su comportamiento sobre el terreno. Tras seleccionar las que mejor se adaptaron, se hizo un primer reparto de planta tradicional, enel que se dio prioridad a las familias que en su día cedieron los ejemplares tradicionales que sirvieron de base para la recuperación de la fresa antigua. ¿Y cómo es la variedad autóctona de fresa del concejo? Son plantas que dan menos producción en volumen, con unos frutos más pequeños, más dulces y más jugosos. Estas características hacen que sea un fruto más delicado, de peor conservación que otros más robustos. Quizá no muy tarde los asturianos podamos saborear de nuevo este fruto único que ha dado fama nacional al concejo.
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