Grado quiere exponer el tesorillo de Berció en la capilla de Fontela

El Ayuntamiento pedirá al Museo Arqueológico la cesión de las piezas tardorromanas halladas en la cueva moscona para vincularlas al Museo Etnográfico y de Historia del concejo

La capilla del palacio Fontela/ Foto: Beatriz Canitrot

L. S./ Grau

El Ayuntamiento de Grado quiere ampliar la exposición del Museo Etnográfico y de Historia del concejo con el ‘tesorillo’ de Berció, un tesoro de monedas tardorromanas halladas en una cueva de la localidad moscona, que en la actualidad están depositadas en el Museo Arqueológico de Asturias. El alcalde, José Luis Trabanco, quiere pedir una cesión permanente del ‘tesorillo’ y exponerlo como complemento de la muestra del Museo Etnográfico que puede verse en el Palacio Fontela.

La idea es dedicar la antigua capilla del palacio, desacralizada, para albergar la exposición de las monedas, en el marco de una muestra que contextualice su hallazgo, incluyendo tanto las monedas como las herramientas halladas en las sucesivas campañas de excavación, así como las recreaciones de la vida en la cueva, realizadas por el ilustrador Iván Cuervo bajo la dirección científica del director de los trabajos, el arqueólogo Alfonso Fanjul.

La excavación de la cueva de Berció dio la vuelta al mundo y fue publicada por los principales medios de comunicación, tras un reportaje del diario El País. El ‘tesorillo’, desenterrado por algún animal salvaje, fue el primero de los hallazgos, e incluye 209 piezas de cobre y bronce de la época tardorromana. En una segunda excavación los arqueólogos localizaron más hallazgos, como herramientas, anzuelos o restos de animales, que demostraron que la cueva había estado habitada durante la caída del Imperio Romano.

Tras los últimos estudios, que incluyen datación de los objetos con la técnica del Carbono 14, se sabe que la cueva estuvo ocupada durante los primeros años del siglo V. se encontraron numerosos restos materiales, como armas, cerámica, más monedas y una colección completa de elementos de pesca. La hipótesis que barajan los arqueólogos es que la cueva estuvo ocupada durante un periodo concreto, no de forma continua, por un grupo más o menos amplio.