Héctor Menéndez y Melissa Herrero, de raíces quirosanas, han logrado que llegue a término el embarazo, con un embrión implantado, en la yeguada Hoja de Arce

Beatriz Álvarez/ Quirós

El pasado 28 de mayo, una mula asturiana llamada Francis, fue mamá. La mula, que ha resultado ser una excelente madre y la cría que aún no tiene nombre, se encuentran en perfecto estado disfrutando la una de la otra. La potra de excepcional belleza es de raza angloárabe.

El parto tuvo lugar en Tiñana en las instalaciones de la yeguada Hoja de Arce que poseen Héctor Menéndez y Melissa Herrero (gerente del Hípico Hispania),un joven matrimonio que se dedica a la cría y al cuidado de caballos vinculado a la parroquia de Salceo (Quirós) de donde es natural y vecino el padre de Héctor, José Manuel Menéndez, también amante de los caballos y uno de los pocos a los que aún es frecuente ver a caballo por los caminos. En Salceo tuvo su hogar esta joven familia hace unos años.
Aunque parece mentira pues es de todos conocido que las mulas no paren, este “milagro” se debe, claro está, a la ciencia. Las mulas, fruto de la unión entre un burro y una yegua, son estériles, pero sus cuerpos contienen todos los órganos funcionales, de forma que ovulan, salen en celo y, llegado el momento y con ayuda, paren y amamantan como es este caso, no quedan preñadas por un fallo genético.

Todo empezó cuando las yeguas madres pertenecientes a esta familia tuvieron problemas de reproducción. “La mula la habíamos comprado a un señor de Vega de Anzo, la estábamos domando y al ver que nuestras yeguas no se iban a poder quedar preñadas el año pasado Paula, la veterinaria nos propuso probar con la mula, probamos y tuvimos suerte de que salió todo perfecto a la primera” nos cuenta Melissa. La historia de Francis y su pequeña cría la escribe junto a Héctor y Melissa, Paula García García que es la veterinaria responsable de que todo haya llegado a término de forma satisfactoria, todos ellos han mimado este proceso durante casi un año “teníamos dudas de cuánto duraría la gestación si como una yegua o como una burra y al final fue como la yegua, once meses”. La preñez de Francis se llevó a cabo a través de “transferencia de embriones”, se
cubrió a la yegua de nombre Apache HA con el caballo Isaac´Spots El Mazel, una vez fecundada, se le sacó el embrión y se implantó a la mula que es la madre natural pero no la madre genética. Para Melissa Herrero, gerente del Centro Hípico Hispania, “el coste mereció la pena, porque de primeras piensas que es carísimo y solo al alcance de grandes yeguadas, pero realmente no es tan caro y, en este caso ya solo por el valor genético de la potra, merecía la pena intentarlo”.

Este nacimiento es excepcional pero no único en el mundo, si bien la veterinaria y los expertos con quien han consultado cuentan que es el primer caso que se daen Asturias y que probablemente sea también el primer caso que se logra en el
Norte de España. Héctor y Melissa que junto a Paula han mimado a su mula durante casi un año, no es extraño pues en sus vidas los caballos ocupan un lugar muy importante, disfrutan ahora de este pequeño “milagro” que corre descubriendo el mundo por su finca.