Gustavo A. Fernández

[La Mosconera]

Desde 1993, 30 años ya, la Asociación Amigos de Grado entrega los Moscones de Oro, unos galardones que si no existieran habría que inventarlos. Entre otros motivos, porque sirven para reconocer las aportaciones en beneficio de Grado de muchas personas y colectivos. Pero también porque promocionan, mucho y bien, a nuestro concejo en los medios de comunicación. O porque crean y refuerzan los vínculos afectivos con Grado de premiados y otras personalidades que acuden a ellos, lo que se traduce no pocas veces en nuevas iniciativas. La nómina de galardonados nos serviría como guión perfecto para escribir una historia local de estas tres últimas décadas. Los Moscones de Oro tienen dos categorías. La junta directiva de Amigos de Grado es la que elige la Internacional, que este año ha recaído en la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica por su trabajo voluntario en la exhumación de represaliados del franquismo por toda España, incluido nuestro municipio. Las candidaturas al Moscón de Oro Local tienen que ser propuestas por asociaciones del concejo, para ser luego valoradas por un jurado que representa a la sociedad civil moscona y que en esta ocasión decidió por unanimidad conceder el galardón al Día’l Traxe’l País. Algo que me alegra especialmente pues me parece tan merecido como oportuno. Merecido porque es una fiesta única que pone en valor la indumentaria tradicional y se celebra en nuestra villa desde 2016, cada edición con mayor relevancia. Pero es también muy oportuno pues en año electoral refuerza el vínculo de este evento con Grado para que la nueva corporación sigua apostando por su continuidad, además hay que recordar que el impulsor y titular de los derechos no es el ayuntamiento sino Berto Suárez. A Grau le sienta bien el traxe y Berto, me consta, está a gusto aquí, así sea por muchos años.