El paso subterráneo, ubicado en Proaza, tiene una abertura al exterior que no cuenta con vallas protectoras
Redacción/ Grau
Usuarios de la Senda del Oso reclaman más seguridad en uno de los túneles de la ruta, en concreto en uno de los de la zona de Caranga, en Proaza. El paso subterráneo tiene una especie de ventana al exterior, una abertura en forma de cueva que da a un desnivel de unos seis metros. «Acostumbro a pasear por la Senda del Oso muy a menudo y paseando con mis nietos uno se quiso esconder en esa abertura y cuando vi el desnivel se me pusieron los pelos de punta, es fácil que se produzca un accidente si no se toman medidas», advierte uno de los usuarios del recorrido.
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