Los trabajos, financiados por los fondos Next Generation de la UE, han supuesto una inversión de 118.000 euros
Redacción/ Grau
Cangas del Narcea ha culminado las obras de mejora de varios pueblos del parque natural Fuentes del Narcea, unos proyectos impulsados gracias a la financiación de la UE, a través del Mecanismo de Recuperación y resiliencia de los fondos Next Generation. En total se invirtieron 118.380 euros.
En concreto, se llevó a cabo el hormigonado del acceso a Brañas de Abajo, que parte de la carretera AS-213 (Puerto de Leitariegos); la pavimentación del camino de Naviego a Palacio de Naviego; la reposición el mobiliario del área recreativa de Gillón y del acceso al mirador, y la rehabilitación de la fuente-lavadero de Lindora y la fuente de Monasterio de Hermo.
El alcalde, José Luis Fontaniella, visitó ayer las obras, acompañado de los ediles de Obras, Ángel Menéndez y de Parque Natural, José Manuel Menéndez. Fontanilla destacó que los trabajos pudieron acometerse gracias a que el concejo cuenta con presupuesto en vigor y enfatizó que el Ayuntamiento cangués centrará sus esfuerzos en que los fondos del parque natural “reviertan en la mejora de la vida cotidiana de los vecinos que habitan este espacio protegido”
Respecto a la obra de Brañas de Abajo, el concejal de Parque Natural, José Manuel Menéndez“, destacó que afecta a «un núcleo situado a más de 1.200 metros de altitud donde los inviernos son especialmente duros”.
Otro de los puntos donde se intervino fue en el camino que une Naviego y Palacio de Naviego. “Estaba en tierra y con esta pavimentación se acortan las distancias entre ambos pueblos”, explicó el edil de Obras, Ángel Menéndez.
En Gillón las obras consistieron en la reposición del mobiliario del área recreativa y la mejora del acceso al mirador. “Era necesario acometer un mantenimiento de este recurso, importante también para el desarrollo del turismo como actividad económica en el espacio protegido”, destacó el concejal de Parque Natural.
Por último, se rehabilitó la fuente-lavadero de Lindota y la mejora de la fuente de Monasterio de Hermo. “En ambos casos, el objetivo era recuperar elementos de la arquitectura popular manteniendo su esencia”, argumentó el concejal de Obras.
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