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«La naturaleza ayuda a sanar»

Inicio Grado «La naturaleza ayuda a sanar»

La bioquímica Ángela Lavilla ofrece en Grado prácticas de ‘qi gong’ y ‘ecoterapia’, «es evidente que necesitamos hacer cambios»

Ángela Lavilla

Lucía S. Naveros/ Grau

Decía Tolstoi que “hay quien cruza el bosque y sólo ve leña para el fuego”. Contra este utilitarismo y esta desconexión de la naturaleza trabaja la moscona Ángela Lavilla, graduada en Bioquímica por la Universidad de Oviedo, máster en Género en la Universidad de Zaragoza y que hizo su doctorado en Humanidades en Inglaterra. Lavilla vivió en Reino Unido once años, es un lugar “que también es mi casa”, pero hace un año y a raíz del Brexit optó por volver a Asturias. Aquí ha continuado sus estudios ‘ecoterapia’, que finalizan en enero, una práctica “holística” que ofrece en grupo o en sesiones individuales, para aprender a hacer exactamente en el camino contrario: ser capaz de estar un bosque y sentirse parte de él.

“Volví porque Asturias me encanta, y con la ilusión de continuar mi trayectoria y trabajar con las personas en temas de salud, no solo a nivel físico, también mental y espiritual, lo que la persona necesita, con actividades en la naturaleza, baños de bosque, paseos conscientes, programas de ‘qi jong’ animista. Facilito una vuelta con esa conexión perdida o dañada con la vida moderna, esa desconexión con nuestros cuerpos, nuestros sentidos, los ciclos naturales, evitar que nos aislemos del entorno, sentir que somos naturaleza, no que vamos a la naturaleza a hacer cosas”, apunta Lavilla, a que los martes se puede ver rodeada de un pequeño grupo en el parque de Arriba, moviéndose lentamente bajo los árboles o en el frontón, si es que llueve. Practica ‘qi gong’, una actividad que empezó de prueba en noviembre de la mano de la concejalía de Servicios Sociales y del plan de salud, y que ha continuado a petición de los usuarios, que encuentran mucha paz en esta milenaria práctica de la medicina china. “El qi gong es una antigua práctica de la medicina china, origen del tai chi, que la gente conoce más, aunque es la parte de arte marcial. El qi gong es medicinal, a nivel físico y a nivel espiritual, el objetivo es cultivar nuestra energia vital, es una meditación en movimiento, apta para todo el mundo, es muy suave y fortalece, trabajas todos los sistemas, circulatorio, nervioso”. Lavilla ofrece una variedad llamada ‘animista’, que se hace en la naturaleza, con los animales y los elementos como inspiración de las ‘imágenes’, las figuras que se adoptan durante la práctica. “Al hacerlo en la naturaleza y al realizarla siempre en un mismo sitio ayuda a conectar con ese entorno y ver los cambios que ocurren entre sesiones. A través de las imágenes de las posturas, nos ponemos en la piel de lo que representamos, le ponemos cuerpo, nos ayuda a empatizar con esa criatura o ese elemento al que le ponemos cuerpo”, explica. Y es que estas prácticas, asegura, ayudan “a cultivar nuestro sentimiento de plenitud. En mis sesiones de ecoterapia, grupales o individuales, tengo en cuenta mis estudios en neurociencia, teoría polivagal, regulación del sistema nervioso, intento abarcar o comprender a la persona con la que trabajo de una manera muy amplia y holística. Las prácticas tienen muchos beneficios, fortalecen el sistema inmunitario, el sueño, la frecuencia cardiaca, la concentración, la claridad de pensamiento, y la autoestima. Nos ayudan a restaurar la paz interior, a vivir de manera más cíclica en lugar de lineal”.

Puede sonar extraño que en concejos rurales como Grado la gente viva desconectada de la naturaleza. “La vida moderna, en todas partes, también en las zonas rurales, nos mete en dinámicas que nos aceleran, nos meten prisa y nos desconectan de lo importante y de lo sanador. Viendo las cifras de personas afectadas por ansiedad y depresión desde edades cada vez mas tempranas es evidente que necesitamos hacer cambios y las prácticas de conexión con la naturaleza pueden ser esenciales para recuperar el equilibrio”.

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