El pasado dieciséis de enero se nos ha ido de Ponteo un hombre centenario, Rufino, más conocido cariñosamente como ‘Rufo’.
Su muerte no nos cogió de sorpresa por su edad, nada menos que 101 años. Qué orgullo, Rufo ha tenido la suerte de gozar de buena salud hasta casi el final de su etapa con gran lucidez y conservando casi intactos la mayoría de sus recuerdos.
A pesar del sentimiento por su pérdida nos atrevemos a contar algunas anécdotas maravillosas. Persona alegre, con un humor y euforia extraordinarias, en cada fiesta de prao, en cada celebración familiar… siempre ponía la guinda en el pastel animando con sus cánticos de tonada asturiana, siempre con su lenguaje peculiar, poniendo motes a todos los chiquillos del pueblo entre ellos: «moquín, tordín, chimenea, alegre, pollín, mascaritu, cabecina, melandra, melandrusca…»
¡Menuda lección de vida que nos has dado a los vecinos de Ponteo!. Has logrado entrar en el club de los exclusivos, así que ya os podéis imaginar si tenía historias que contar Rufo…
El tiempo destinado para estar contigo concluyó, pero habrá un lugar donde volveremos a juntarnos sin tiempo y sin prisas. Te recordaremos con cariño por todos los buenos momentos que nos regalaste a todos tus familiares, tus vecinos de Ponteo, San Claudio Lloriana, Llampaxuga y Lampaya, este último tu pueblo natal y todos los pueblos de los alrededores.
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