Salas ya comienza a notar la reactivación de la factoría con la llegada de operarios que trabajan en la reforma
Manolo Jiménez/ Salas
Desde el 6 de noviembre, día en el que comenzaron los trabajos de transformación de la planta de Danone en Salas hasta el día de hoy la actividad en el recinto de La Recta se ha ido incrementando exponencialmente. Una gran grúa se ha encargado de ir retirando los 29 depósitos ubicados en el interior de la nave, de ahí su presencia llamativa a ojos de los paseantes por el paseo fluvial del pueblo lo que indica un avance en el ritmo de la intervención dado que ello supone un previo desmontaje del aparataje eléctrico y de la canalización de tuberías. A continuación, en unos dos meses dará vida a la nueva planta láctea de Royal A-Ware con la implantación de los bienes de equipo. El caudal de leche necesario para fabricar Mozzarella, tal y como adelantó LA VOZ DEL TRUBIA, rondará en ocasiones el medio millón diario de litros, lo que requiere aumentar y potenciar la capacidad con la nueva maquinaria.
Los viejos depósitos, tuberías, envasadoras, paletizadoras, dejarán su lugar a una nueva estructura productiva más moderna y potente. Su modelo de producción, el de la nueva firma, dista mucho de su antecesora en Salas dado que del medio millón de litros procesados al día, se obtendrán 350.000 de suero, una transformación a la que ayudará las nuevas plantas de ultrafiltración diseñadas para aprovechar un 30 por ciento de más calidad.
De la vieja gloria salense de Danone sólo se rescatarán del desguace la depuradora, la estructura y el equipamiento eléctrico, amén de algún depósito exterior, que a lo largo de estos años ha permanecido erguido e inmóvil, cual soldado de guardia junto a la principal arteria de comunicación y entrada al núcleo salense.
Trabajadores afectados
La otra cara de la moneda son una treintena de trabajadores recolocados o indemnizados por despidos. El compromiso de la láctea holandesa con el comité de empresa, acordado en su día, es favorecer la vuelta a Salas, cual hijos pródigos, del mayor número de ellos. No existe documento formal de recontratación pero sí buena fe para entrevistar primero a los afectados e iniciar un proceso de negociación que desembocaría en contrataciones, si ambas partes, cuestión capital, están de acuerdo con las nuevas condiciones. Y es que aquí nos encontramos con la otra pata del banco. Es factible que algunos de esos empleados de Danone ya hayan encontrado, tras agotar las prestaciones por desempleo, nuevas ocupaciones o bien se replanteen su vuelta, a razón de las nuevas percepciones salariales, otro punto que no se debe soslayar. Como muestra un botón; un empleado recontratado en su vuelta a la fábrica de Salas pasaría de obtener según convenio lácteo la mitad del sueldo que percibía en su periodo como trabajador de Danone, o dicho de otro modo: un operario base rondaba antes de Royal los 2500 euros de media a tenor de incentivos y antigüedades mientras que en la nueva etapa se situará en la mitad o algo menos. Una pérdida de poder adquisitivo que en cualquier caso favorecería a los trabajadores locales al tener que competir con menos candidatos de fuera de la comarca, previsiblemente menos interesados en la oferta de empleo por el coste del desplazamiento y el menor caché salarial.
Salas revive
El cese de la actividad de Danone hace poco más de un año, fue la puntilla para la economía de la zona. El cierre se percibió desde el primer momento en todos los órdenes y en la totalidad de los sectores. El ánimo de la ciudadanía lo acusó con traspasos de negocios, cese de actividad en algunos de ellos… y un notable decaimiento generalizado en todos los órdenes. El santo y seña de la localidad abandonaba su sede tras décadas de relación. Un año después de este salto al vacío, la presencia de trabajadores de la empresa contratada para el desmantelamiento de la planta central ha revivido ese corazón partido y, aunque levemente, la llegada de nuevas matrículas de escolarización de menores así como la demanda de nuevos inmuebles en forma de arrendamientos, parece haber reactivado un poco el pulso de la localidad. Es sin duda un clavo ardiendo al que se acogen los más optimistas, pero ésto no ha hecho más que empezar; en primavera la firma de Flandes comenzará a instalar su nuevo equipamiento cuya culminación de los trabajos se espera ya para finales de 2024 principios de 2025. Es decir, más actividad, más trabajadores, más ritmo de trabajo. Nuevos horizontes para Salas, una comarca y un sector, el ganadero, castigados por las dificultades que forjan el carácter de una épica Asturias agraria que mira a la planta de Salas como al Ave Fénix que renace de sus cenizas.
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