La quirosana, natural de Faedo, fue reconocida por su trabajo al frente del Bar Nuevo, donde junto a su esposo Paulino Arias siempre estuvo dispuesta a echar una mano a los vecinos

Beatriz Álvarez/ Quirós

La quirosana Lucinda Fidalgo, natural de Faedo, falleció en el día de hoy a los 93 años de edad. Lucinda recibió junto a su esposo Paulino Arias, también fallecido recientemente, la medalla de oro del Ayuntamiento de Quirós a finales del 2020, un reconocimiento merecido por el trabajo realizado al frente del Bar Nuevo que fue una institución de la hostelería del concejo regentado durante décadas por este matrimonio siempre dispuesto para atender a sus vecinos y que aún hoy permanece abierto en manos de otra familia.

El Bar Nuevo fue y es aún hoy un referente en la zona. El establecimiento ofrecía esmerado servicio tanto a los vecinos como a las personas de paso en el concejo, pero su vocación de servicio iba más allá convirtiéndose en un auténtico servicio público a la comunidad. Durante muchos años, las muestras de las matanzas se dejaban allí para que las recogiera el veterinario de la zona. Recogían paquetes, cartas, encargos y hacían todo tipo de favores de forma desinteresada. También regentaron una pensión que acogió a médicos y maestros, mineros o tratantes que llegaban al concejo y daban desde ella sus primeros pasos en el mismo y, además, cómo olvidar el buen oficio de Lucinda a los fogones que tantos sabrosos menús ofreció a quien se acercara a su casa, buen hacer al frente de los fogones tan añorado por los más mayores del concejo.

El Ayuntamiento les ofreció en plena pandemia un justo homenaje por su veteranía y trayectoria. El matrimonio, junto a su familia, recibieron a parte del consistorio en un soleado día de noviembre del 2020.

Mañana, viernes día 23, a las 13.00 horas en Bárzana de Quirós será recibido el cuerpo de Lucinda en la parroquia donde se celebrará una misa por su eterno descanso para a continuación recibir sepultura en el cementerio de Casares junto a su esposo. Desde estas líneas queremos enviar un abrazo a su familia y nuestras sinceras condolencias. Todos los seres queridos que perdemos, todos los vecinos y vecinas que nos dejan son importantes, pero algunos como es el caso de Lucinda dejan huecos imposibles de llenar. Descanse en paz mi amiga y vecina.