El Santa Teresa acogió el concurso del mastín y sabueso español y un nacional organizado por la Sociedad Canina en el que un Bouvier de Berna se hizo con el podio

Carlos Bernal/ Tineo

Tineo volvió a dar cobijo a una variopinta variedad de perros durante la celebración de su particular Feria del Perro, tradición de este concejo, que cumplió su vigésimo novena edición este fin de semana. “Tineo es el único destino de Asturias que se ha mantenido fiel al circuito regional de concursos pura raza durante más de un cuarto de siglo”, celebró el presidente de la Sociedad Canina del Principado, Ángel Lamar, en el ferial Santa Teresa. De esta manera, la villa tinetense renueva su rango de capital asturiana del cánido de pura raza. Al Monográfico del Mastín Español, que cumplió cinco ediciones, se sumó la celebración del 1º concurso Nacional del Sabueso Español; dos razas que gozan de buena salud en el rural asturiano por sus dotes innatas para proteger al ganado y rastrear presas de caza. “Cada raza tiene un estándar, tras un proceso de selección humano de cientos de años, que cumple una función”, explicó el presidente de la Canina, sociedad que lleva un lustro trabajando en la selección de mastines para registrar la raza ‘Mastín de Oso’, un mastín más ligero que el leonés, autóctono de Asturias. Entre los más de 150 inscritos en el nacional con y sin pedigrí del domingo, no faltaron los clásicos de compañía American Staffordshire Terrier, el perro en miniatura Pomerania o el de trineo Malamute de Alaska. No obstante, fue un Bouvier de Berna, ejemplar tricolor criado originalmente para el pastoreo en los montes suizos, quien se hizo con el podio al mejor can con pedigrí de la feria tinetense. Entre los concursantes de cuatro patas sin pedigrí se hizo con el oro ‘Quillo’, nombrado ‘Gran perro del año’. Sorprendió ver en el concurso razas menos comunes como el Canecorso, perro de presa italiano, o el Mastín Tibetano, perro gigante de más de sesenta centímetros de largo, con carácter y peludo para protegerse de las frías temperaturas de la meseta tibetana y enfrentarse a sus depredadores. Sin embargo, posiblemente asociado a las inclemencias climatológicas que hizo descender el número de inscritos respecto a otros años, se echó en falta más afluencia de algunas razas habituales en el circuito de ferias perrunas, como el pastor alemán y el cocker. “La nieve echó para atrás a algunos concursantes habituales del circuito – explicó el presidente de la Canina– pero también es cierto que la cría ‘amateur’ está en horas bajas; ha descendido un 70% las inscripciones en los registros de pedigríes debido a las posibles represalias de la nueva ley de Bienestar Animal”, analizó Lamar. Un indicador que de repetirse podría, a largo plazo, hacer peligrar la población de algunos caninos de pura raza. La cita finalizó con demostraciones en vivo de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que llevó a cabo un ejercicio de localización de personas con perros de rescate. Y del Ejército de Tierra, que escenificó con perros de su escuela cinológica, la detección de artefactos explosivos, contando con la ayuda de los más pequeños entre el público. Además, se otorgó el séptimo premio del certamen al director del CIFP Cerdeño, Jorge Saucedo, por su experiencia de trabajo con perros. El galardón que le fue otorgado a Saucedo así como a los dueños de los más de veinte perros laureados a lo largo de la feria, fue una obra original esculpida por el artista César Castaño. «La lealtad, nobleza e inteligencia son los pilares fundamentales que definen al perro, y estos atributos han sido mi fuente de inspiración al esculpir este trofeo”, explicó el artesano del hierro, original de Navelgas.