Los vecinos de Cangas del Narcea se han levantado este miércoles de Semana Santa con la triste noticia de que un querido miembro de su comunidad ha fallecido de forma repentina como consecuencia de una detonación de pólvora en su lugar de trabajo, Pirotecnias Pablo, en la aldea de Vallinas. M.G.V, nacido en 1981, oriundo de la localidad de Bimeda, se encontraba en Vallinas, a tres kilómetros de la villa de Cangas, realizando un preparado de pólvora en una de las casetas de la conocida empresa local en la que el fallecido había desempeñado buena parte de su vida laboral como pirotécnico. “Había dos trabajadores en ese momento en la oficina de la pirotecnia mientras M.G.V. estaba en una de las casetas de polvorines. Yo estaba llegando, cuando escuché la explosión, serían poco más de las nueve de la mañana’, relataba un compañero de trabajo del difunto, visiblemente afligido, en la puerta de entrada de la pirotecnia, donde la plantilla entera aguardaba este mediodía noticias de la investigación que esclareciesen lo ocurrido. ‘No sabemos qué pudo ocurrir, más allá de que fue un accidente horrible y que estamos destrozados’, admitió el compañero de M.G.V, a este periódico, pidiendo respeto y privacidad para los seres queridos del fallecido, que deja mujer e hijas. Minutos después del siniestro, a las 9:15 a.m., se alertó al Centro Operativo de la Guardia Civil de Asturias, que movilizó de inmediato a los servicios de bomberos del parque de Tebongo. Durante los primeros momentos de confusión, se consideró la posibilidad de que otro trabajador quedara atrapado por la explosión por lo que también se movilizaron múltiples ambulancias. Tras una inspección inicial del área y descartar la presencia de más afectados por la explosión, no se requirieron. Por último, hasta el lugar del suceso también se trasladaron efectivos de Seguridad Ciudadana, Gedex, Intervención de Armas y Policía Judicial.

El alcalde de Cangas del Narcea, José Luis Fontaniella, ha seguido de cerca el desarrollo de los acontecimientos a lo largo del día, desplazándose a las infraestructuras de la pirotecnia afectada para conocer la magnitud de los hechos y presentar sus condolencias. Por la tarde, el regidor cangués ha confirmado a este periódico ‘que la investigación sigue su curso’. ‘Se desconocen todavía las causas de la explosión, pero la labor que se estaba realizando en la pirotecnia era la ordinaria de todos los días’, ha afirmado Fontaniella.

A muchos vecinos de la villa de Cangas, y de las otras localidades colindantes a Vallinas: Corias, Santa Marina y Curriellos, la explosión les ha pillado por sorpresa aún en la cama, confundiendo el estruendo con un trueno, como parte de la tormenta que asola el valle del Narcea desde primera hora del día. Otros, pensaron que se trataba de voladores, artefactos pirotécnicos únicos de este concejo, conocido por su pasado minero y tradición polvorera. ‘Muchos paisanos entraron al bar preguntando que había pasado, yo mismo cuando lo escuche no pensé que fuese una explosión, sonó como a un trueno o una colisión’, relataba el dueño del bar del Reguerón, polígono ubicado paralelamente bajo la empresa pirotécnica, donde muchos trabajadores dejaron de trabajar tras escuchar la explosión. ‘La gente salió a la calle porque el estruendo fue muy fuerte’, explicaban en la estación Repsol del polígono. También en Obanca, localidad situada en el valle de enfrente a la de Vallinas, donde la explosión rebotó intensificando su onda expansiva, se sintió con fuerza el suceso. ‘Las paredes y ventanas del bar llegaron incluso a vibrar’, aseguraban en el establecimiento El Carrascal. En los bares y calles de la villa de Cangas, concurridas por la cercana celebración de los próximos días festivos, la fatal noticia estaba en boca de todos. Los mensajes de apoyo y de respeto por la familia de M.G.V. han circulado por las redes sociales a lo largo de todo el día. Varios accidentes han asolado al concejo de Cangas del Narcea las últimas semanas, siendo esta la tercera víctima mortal del último mes. El 24 de febrero, la tragedia se cebó con una familia participante en la ruta Saltasucos, dejando una menor de 15 años fallecida como causa del vuelco de uno de los 4×4 inscritos en la competición lúdica. El pasado 18 de marzo, un accidente de tractor mataba a José Rodríguez Rodríguez, mecánico de ochenta años conocido cariñosamente en el concejo como Pepe ‘Yema’.