Manuel García Linares

El mundo rural vibra bajo el ruido de los motores; los tractores han tomado las capitales europeas para reclamar la atención hacia el sector agrícola y ganadero, ya hace tiempo que los políticos nos hablaban de “brotes verdes” y lo único que nos ha llegado son brotes secos. Yo me pregunto si esta revolución del agro realmente va a solucionar algo, porque lo único que se puede ver, desde la calle, es que los políticos se atrincheran en sus “fortalezas”…y a esperar que la tormenta escampe.

Nuestra esperanza está en que los males ya no solo nos afectan a nosotros sino que afectan  a medio mundo,por la globalización, pero sobre todo a Europa y si aplicamos el refrán, ”mal de muchos…epidemia”. Y hablando de epidemias, desde el momento que nos encerraron, por el virus, mentalmente aún nos mantienen bajo bajo la bota imperial del miedo.

No importa que el gato sea blanco o negro, la cuestión es que cace ratones,  este es un viejo refrán que deberíamos aplicarnos porque la solución pasa por resolver los problemas.y cada vez que cambian los políticos, que en plena campaña durante la cual te han ofrecido, por tú voto, todo tipo de ayudas y soluciones, en cuanto forman los gobiernos y se sientan en el escaño, pasan de nosotros olímpicamente y hasta la nueva convocatoria, si te vi, no me acuerdo.

Se habla de democracia pero es una pura farsa; la democracia en esencia es la posibilidad de alternancias para corregir los defectos o errores de los gobiernos y estos se podrían molestar en hacer las cosas bien aunque solo fuese por el temor a perder su cargo, cuestión que se han solucionado ( los políticos de todos los colores) con las “puertas giratorias”; pierden el escaño…pero siguen colocados en otro confortable sillón, la cuestión es la fidelidad al “Gran Hermano”.

Hace unos cuantos meses se inauguró a bombo y platillo, el tan esperado AVE, pero resultó que en vez de águila salió gorrión y tal y como estábamos, estamos; de la autovía de La Espina, ni siquiera hablamos o de la carretera de Navelgas a Naraval…por mencionar algo local, ya se ha convertido en “caleya”, que me digan estos magos del poder como recuperamos la tierra abandonada.

Los pueblos de la Asturias abandonada al igual que el resto de España y de Europa, cada día son menos rentables para los poderes fácticos por lo que no les merece la pena prestarles atención, eso de que todos somos iguales, es una pura quimera, ni siquiera ante la ley; “siempre hubo bulas para difuntos…”

Nos hablaban de brotes verdes, pero ni brotes…ni luz al final del túnel, falsas promesas de falsos profetas.

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