Distintas organizaciones sociales aseguran que la banca española viola normativas nacionales y regionales, limitando el acceso de los inmigrantes al sistema financiero

Los inmigrantes volvieron a convertirse en uno de los centros de atención en Europa, con los gobiernos estudiando la posibilidad de naturalizar a gran parte de la población “ilegal” para brindar una ayuda más completa a las naciones vecinas. La situación en España, uno de los principales receptores de inmigrantes, no sería distinta.

Sin embargo, lo que sí sería diferente en nuestro país es la forma en la que el sistema financiero sigue generando barreras que mantienen desbancarizada a la población inmigrante, sin importar el estatus legal de la misma. Distintos reportajes recientes incluso han llegado a catalogar este proceso como una “odisea” para los inmigrantes.

Las dificultades para bancarizarse

Al tratarse de un grupo poblacional con una menor estabilidad financiera, la banca impondría condiciones aún más duras de lo normal, incluyendo más requisitos y menores probabilidades de aprobación. Y no se trata de entidades que siguen lo establecido por la ley, sino de estratagemas que violan expresamente las normativas nacionales y regionales, como la Directiva Europea 2014/92.

Para distintos especialistas, este fenómeno de abandono por parte de las entidades financieras estaría creando una generación de inmigrantes poco arraigados, que no dudan en irse del país apenas la situación económica se vuelve desfavorable.

Si bien parte de la banca alega que el objetivo final es proteger sus arcas, la baja bancarización de la comunidad extranjera en el país tendría un efecto negativo a largo plazo en el tejido empresarial, así como en otras áreas del sector financiero.

El rol positivo de los migrantes en el desarrollo económico de las comunidades sería tal, que incluso en Asturias se ha propuesto incentivar la llegada de inmigrantes a aquellos pueblos con una caída poblacional.

Alternativas disponibles

Ante esta situación, múltiples entidades financieras han creado productos diseñados para satisfacer a este tipo de solicitantes. Los préstamos sin papeleo son uno de estos, ya que prácticamente eliminan la necesidad de presentar requisitos, siendo incluso posible solicitarlos sin ser clientes del banco al que se realizará la solicitud.

También han surgido bancos alternativos que buscan capitalizar específicamente a este tipo de solicitantes a través de tecnologías novedosas que permiten mantener un registro y control mucho más férreo sobre el dinero prestado.

Sin embargo, las alternativas en España son pocas y muy limitadas, con la mayor parte de estas brindando financiamiento con un importe muy bajo y costos que superan con creces a los préstamos al consumo tradicionales.

Actualmente el Parlamento se encuentra en un debate que puede definir el futuro de buena parte de los inmigrantes que viven en España. Se estima que hasta 470.000 personas puedan verse beneficiadas por este proyecto, todo al tiempo que se sopesa la eliminación de las «visas doradas» para grandes capitales.

Aunque el proyecto todavía está lejos de aprobarse, contando con algunas voces que se oponen, su posible implementación en los próximos meses podría cambiar por completo el fenómeno de abandono que experimentan los migrantes por parte del sistema financiero.