Los residentes ya han formalizado al menos 250 alegaciones contra la instalación de Biedes, y hay en marcha una campaña con un modelo de reclamación contra el de Ventosa

Redacción/ Grau

Vecinos de Las Regueras y de Candamo han comenzado a movilizarse contra los proyectos de dos parques de baterías, instalaciones de almacenamiento de energía eléctrica que se pretenden construir en Biedes y en Ventosa. Contra el de Biedes, que también afectaría a los vecinos de Parades, han presentado ya más 250 alegaciones, durante el periodo de información pública del trámite ambiental del proyecto, que propone la construcción de un recinto con ocho contenedores y una línea soterrada de evacuación. En cuanto al de Ventosa, en Candamo, está en marcha una campaña para formular alegaciones, en base a un modelo de reclamación.

«Con motivo del trámite ambiental del parque de baterías BESA GRX Pontones 6,08 MW/19,96 MWh a ubicar entre las localidades de Parades y Biedes. Este BESS, formado por 8 contenedores, sus correspondientes transformadores, convertidores y línea de evacuación, cuyo plazo para alegar acaba el 5 de junio. Nuestro principal argumento es la escasa distancia que habría entre el parque de baterías y nuestras viviendas, así como a nuestras ganaderías. La proximidad conlleva una fuerte contaminación electromagnética para la vecindad y los animales. A menos de 500 metros está una guardería de 0 a 3 años», señalan los vecinos de Las Regueras, que cuentan con el respaldo de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies. Los vecinos piden que este tipo de instalaciones se ubiquen en zonas industriales y sin viviendas cerca.

En el caso de Candamo, el parque de baterías se ubicaría en Ventosa y sería de mayores proporciones, con 24 contenedores de baterías, una subestación de transformación de potencia y una línea soterrada de más de 600 metros de longitud. Los vecinos han iniciado una campaña para presentar alegaciones, con un modelo de escrito en el que denuncian que no se les notificó de la existencia del proyecto, conocido como BESS Romio 2, pese a la crcanía de las viviendas «y que va a afectar a nuestra calidad de vida». Los afectados argumentan que no se tiene en cuenta la contaminación electromagnética, por lo que plantean que este tipo de instalaciones se ubiquen en zonas industriales y no en entornos rurales, como Ventosa. También advierten del aumento del riesgo de incendios, y de que la instalación, de carácter industrial, ocasionaría un deterioro en el entorno rural, que devaluaría las viviendas. La información pública comenzó el pasado 15 de mayo y se prolonga durante 30 días hábiles.