Éxito del Llar Trad Fest en Pola de Somiedo
Dedicado a la música tradicional, el baile y el canto, ofreció clases magistrales, conciertos y talleres dirigidos por artistas de gran nivel nacional e internacional
Participantes en una actividad del festival
Redacción / Grau
Pola de Somiedo acogió desde el 28 de junio hasta ayer, 1 de julio, la primera edición del Llar Trad Fest, un festival dedicado a la música tradicional, el baile y el canto, que ofreció una serie de clases magistrales, conciertos y talleres dirigidos por artistas de gran nivel nacional e internacional.
Organizado por la Asociación Cultural Llar Folk, con la colaboración del Ayuntamiento somedano, el festival tiene como objetivo fomentar el aprendizaje y la promoción de la música tradicional, tanto asturiana como de otras regiones del Arco Atlántico, haciendo especial hincapié en el intercambio intercultural, la creación de comunidades y la transmisión intergeneracional de conocimientos.
El festival contó con 30 profesores de seis países, que compartieron sus conocimientos en diez especialidades musicales: guitarra/bouzouki, violín, flauta, whistles, gaitas, percusión, bodhran, acordeón, canto y baile tradicional y pandereta, además contó con un programa infantil destinado a despertar el interés de los más jóvenes por la cultura y la música tradicional de una forma lúdica y divertida, que ayudó además a la conciliación familiar durante el evento.
Entre el profesorado se encontraron nombres destacados como Michael McGoldrick (Reino Unido/Irlanda), Jean-Michel Veillon (Bretaña), Anxo Lorenzo (Galicia), Xisco Feijoó (Galicia), Josephine Marsh (Irlanda), Simon Bradley (Escocia) o Fin Moore (Escocia), entre otros.
Durante las 4 noches y 3 días de programación se llevaron a cabo clases magistrales para varios niveles de habilidad, 3 noches de conciertos de folk con grupos asturianos e internacionales, Nueche en Danza, “Slow Sessions” (introducción a las sesiones de música folk), taller de escanciado de sidra, charlas y mesas redondas y actividades para el público infantil.
Sin duda un intercambio cultural y musical, intergeneracional, que hizo las delicias de vecinos y visitantes
